El lunes serán juzgados un policía de la división Escuchas Telefónicas y un empleado judicial por el doble crimen narco de Vistalba, en el que murieron una pareja de chilenos que eran investigados por narcotráfico.
Según la investigación previa, Oscar "El Vinchuca" Guzmán (68) y Carmen del Pilar Honorato (65) fueron ejecutados el 10 de octubre de 2013 en Vistalba. Por este doble homicidio será juzgado Martín Berdejo (30), un policía que es hijo del ex concejal de Godoy Cruz Elio Berdejo y que se encargaba de desgrabar las conversaciones de la pareja trasandina, que tenía antecedentes por narcotráfico.
El otro imputado es Maximiliano Damián Guerra Gobetti (30), un empleado judicial que se encontraba suspendido, tras sufrir un cuadro de depresión.
Ambos están imputados por el delito de homicidios criminis causa y robo agravado por lo que, si son encontrados culpables, recibirán la pena de prisión perpetua.
Declarará Caleri
El debate se realizará en la Segunda Cámara del Crimen, conformada por los jueces Carlos Díaz, Horacio y Rafael Escot.
El fiscal de Cámara es Gonzalo Nazar. Berdejo es defendido por Oscar Mellado y Graciela Cola y Guerra, por Bernardo Calderón.
Tendrán que presentarse como testigos el comisario general Juan Carlos Caleri, jefe de la Policía de Mendoza, que para la fecha del hecho era responsable de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico, y también la oficial Marcela Arbona, jefa de la división Escuchas Telefónicas.
Murieron arrodillados
Oscar Manuel Guzmán y su esposa Carmen del Pilar Honorato Azócar fueron asesinados el 10 de octubre de 2013 en una casa de Cerro Aconcagua al 2600 de Vistalba.
El hallazgo lo hizo un conocido de las víctimas, después de que uno de los hijos del matrimonio le pidiera que fuera a verlos ya que desde hacía varios días no tenía novedades de ellos.
Sus cuerpos fueron hallados después de varios días de cometidos los asesinatos. Guzmán estaba en el patio y tenía un balazo en la cabeza además de varias heridas cortantes en distintas partes del cuerpo.
Su esposa fue encontrada en la habitación matrimonial con un tiro a la altura de la nuca. Para matarla, los agresores la obligaron a arrodillarse y luego le dispararon a través de una almohada.
Una vez descubierto el crimen, los hijos de la pareja llegaron a Mendoza y declararon ante el fiscal. Luego regresaron a su país junto con los cuerpos de sus padres, que fueron sepultados en Chile. Pusieron en venta tanto la casa como el auto de la pareja.
