La Dirección de Desarrollo Humano del municipio, la Coordinación de los Centros de Salud del Departamento y la alianza de instituciones "Entrelazados" trabajarán en el Bajo Luján desde hoy y hasta el 30 de este mes, con el cometido de asistir a la población vulnerable de ese sector de la ciudad.
De acuerdo a las previsiones realizadas atenderán a unas 500 familias de los 5 barrios que componen la zona, a orillas del río Mendoza, a las se les brindará asistencia en materia de salud visual, desnutrición infantil, tratamientos odontológicos, embarazo, higiene, entre otros.
La Dirección de Desarrollo Humano tiene por objetivo el fomento de la integración social, la igualdad de oportunidades, la protección de la familia y el fortalecimiento de organizaciones que hacen a la comunidad lujanina.
Además de desarrollar prácticas sociales que tiendan a garantizar derechos y a la restitución de los mismos con modelos de intervención que se basen en el reconocimiento del otro, y no como objeto de clientelismo y asistencialismo.
¿Qué es "Entrelazados"?
La entidad es una alianza de instituciones conformada por Fundación Zaldívar, que brinda salud visual y cirugías gratuitas a personas de todas las edades que no tienen cobertura médica.
La componen Fundación Conin, que trabaja para evitar la desnutrición infantil; La Casa de Ronald McDonald, espacio de contención, hospedaje y acompañamiento para las familias de niños en tratamiento oncológico internados en el Hospital Humberto Notti; Fundacer, dedicada a la protección del niño por nacer; Fundavita, de apoyo y lucha contra el cáncer infantil y adolescente y el Banco de Alimentos de Mendoza, institución que articula con empresas privadas y organismos públicos el acopio y distribución de alimentos conforme a necesidades que se presentan o a solicitud de quienes los demandan.
Esta alianza tiene como objetivo aumentar el impacto que cada una de estas organizaciones genera en la comunidad, realizando en forma conjunta acciones de educación, promoción, prevención y atención en salud, además de optimizar recursos.
Aunque no hay un censo oficial, más de 500 personas habitan en el Bajo, sobre la ruta provincial 15 y frente a las instalaciones del Luján Sport Club. Desde 1960 en que comenzaron las primeras radicaciones de habitantes en ese lugar, el área fue víctima de estigmatizaciones por el hecho de que pobladores honrados y trabajadores fueron superados por la existencia de elementos de mal vivir que cometían delitos y se refugiaban en su perímetro, escenario, a veces, de cruentos enfrentamientos y redadas policiales.
En la conformación de los hogares del lugar hay un gran número de niños, la franja más perjudicada por las dificultades de residir en un sitio donde las lluvias, las inundaciones y la falta de servicios sanitarios hacen más penosa la existencia. Algunos barrios componentes de la población permanente del sitio -como el San Martín Sur (fue llevado a Agrelo en 2007)- fueron erradicados, pero la población siempre ha ido creciente ante las dificultades de disponer de un techo por parte de muchos pobladores del medio, o provenientes de otros departamentos.
En 2014 se lanzó la idea de urbanizar la superficie de este nucleamiento poblacional de alrededor de 35 hectáreas, construyendo mejores viviendas, trazando calles, haciendo espacios verdes y recreativos, y hasta reforzando la ribera del río con una defensa de hasta 400 metros, para restar el riesgo aluvional que pesa sobre el terreno.
Las familiares de ese punto de la ciudad de Luján viven repartidas en los conglomerados Patrón San Santiago, Juan XXIII (uno de los más antiguos), San Cayetano y Jardín Costero (construido por el IPV). Modernamente, en la gestión de Omar Parisi, se ubicaron otros pobladores en la franja norte del gran predio, sobre la calle 9 de Julio.
Viven por allí, según un último censo, 399 familias, repartidas en los asentamientos Patrón Santiago, Juan XXIII (uno de los más antiguos), San Cayetano y Jardín Costero (construido por el IPV).
El paquete de ideas incluía, por iniciativa vecinal, cambiar el nombre del conglomerado, ahora conocido como El Bajo. La denominación elegida por los interesados fue barrio Tierras de Malbec, que ya figura en algunos papeles oficiales.
Lo primero que necesita la comuna es que el Concejo Deliberante apruebe la construcción de 88 casas iniciales, en unas 8 hectáreas que pertenecen a la repartición municipal, sobre la ruta 15 y la calle 9 de Julio. Uno de los moradores más antiguos del lugar, Esteban Gutiérrez, llegó al sitio en 1962.
"Siempre peleé para que no nos erradiquen", dijo alguna vez. Albañil experimentado siempre quiso ver realizado el sueño "de una casita linda".