Dos ciudadanos chilenos acusados de asesinato en Malasia, donde este delito se castiga con la muerte en la horca, comparecieron hoy en el inicio del juicio oral en un tribunal de Kuala Lumpur, informaron fuentes judiciales.
El ingeniero Felipe Osiadacz, de 27 años, y el cocinero Fernando Candia, de 30, que se declararon inocentes, fueron detenidos hace un año en la capital tailandesa por supuestamente matar a un malasio mientras se encontraban de vacaciones en este país del Sudeste Asiático.
"Los acusados están siendo juzgados por el crimen de asesinato, según la sección 302 del Código Penal", indicaron a Efe fuentes del Tribunal penal de Kuala Lumpur en un correo electrónico.
Según la versión de los detenidos, el fallecido los siguió hasta el hostal donde se hospedaban para pedirles dinero, tras lo cual se produjo un "forcejeo" en el que el malasio falleció.
De acuerdo con el informe forense, esta persona estaba "bajo la influencia de diversos estupefacientes" y los chilenos acusados alegan que lo acontecido fue "en defensa propia".
El Ministerio de Relaciones Exteriores chileno está llevado a cabo gestiones para impedir que se ejecute la pena capital en el caso de estos dos jóvenes sean declarados culpables.
Sus familiares se han reunido en Chile con parlamentarios, abogados y el expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), que ejerce como embajador en misión especial para Asia Pacífico, con el propósito de traer de vuelta a los dos chilenos.
Malasia aplica la pena de muerte en la horca a los condenados por narcotráfico y homicidio voluntario.
Entre los condenados a la pena capital en este país se encuentran los hermanos mexicanos Luis Alfonso, Simón y José Regino González Villarreal, así como el boliviano Víctor Parada, todos sentenciados por tráfico de drogas.