La directora del FMI, Christine Lagarde, llega a la cumbre del G20 en Argentina en un momento complicado para Mauricio Macri, jaqueado por una "tormenta" social y económica agravada por las protesas que cortan el centro de Buenos Aires.
"Atravesamos una tormenta, pero mantenemos el rumbo", dijo Macri después que su jefe de Gabinete, Marcos Peña, anunció que se "vienen meses de más contracción y mayores dificultades" para los argentinos
Lagarde desembarcaba hoy en Buenos Aires para participar en la cumbre de ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales del G20. Por la noche cenaba con Macri, quien acordó con el FMI un préstamo de 50.000 millones de dólares para poner un freno a una crisis cambiaria que hizo disparar la cotización del dólar de 20 a 28 pesos en pocos meses
Esta "tormenta" que amenaza con convertirse en "perfecta" desató una nueva carrera inflacionaria con un índice proyectado de 30% este año, frente al 17% que esperaba el gobierno
La mini-cumbre del G20 cayó en el momento más complejo en la gestión de Macri, aquejado por una caída en su imagen y una inflación que él mismo se encargó de minimizar en su campaña electoral. "La inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar. En mi gobierno la inflación no va a ser un tema", prometía en el 2015
Los ministros del G20 se reunían este fin de semana en Buenos Aires en medio de nuevas protestas sociales y gremiales frente a un gobierno que es jaqueado en varios frentes
Inflación, corrida cambiaria, un severo ajuste pactado con el FMI y una difícil situación social agravada por un aumento de la pobreza, según el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), pusieron al gobierno en una difícil situación en el último tramo de su mandato
Para el analista político Rosendo Fraga, "el segundo semestre se ha iniciado y como era previsible, la situación social se hace más dura"
Pero en los últimos días el gobierno sumó a este combo un escándalo de corrupción que amenaza con propinarle un nuevo golpe, en especial entre su núcleo de votantes, ya que asumió con un discurso que pregonaba un cambio, honestidad y un fuerte combate a la corrupción, un mal endémico en la vida cotidiana del país
La justicia investiga aportes falsos a la campaña electoral de la alianza oficialista Cambiemos en la provincia de Buenos Aires en las elecciones de 2017, en lo que parece ser un caso de "lavado de dinero".En la lista de "aportantes" figuran dirigentes que negaron contribuciones monetarias, así como personas carenciadas, que viven de planes sociales, en la misma situación. Incluso muchas personas se enteraron que habían sido afiliadas compulsivamente por Propuesta Republicana (PRO), el partido de Macri y puntal de la coalición Cambiemos
La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, espada política del oficialismo, se vio obligada a echar a la contadora general de la gobernación, Fernanda Inza, amiga personal y extesorera de campaña. Vidal es la presidenta del PRO bonaerense
La oposición, en tanto, piensa en las elecciones presidenciales del 2019 y advierte que lo peor aún no llegó: "La tormenta no empezó. Las metas (pautadas con el FMI) son incumplibles, salvo que hagan un ajuste delirante. Vamos hacia un callejón sin salida", alertó Alberto Fernández, exjefe de gabinete de Néstor Kirchner (2003-2007) y referente del Frente Renovador peronista