Comienza a desentrañarse el caso de la pareja muerta en Alvear

La policía halló el arma con el que fue ultimado el hombre. La hipótesis más fuerte es que su mujer le disparó en la cabeza cuando dormía y luego se arrojó al canal donde fue hallada sin vida.

Comienza a desentrañarse el caso de la pareja muerta en Alvear
Comienza a desentrañarse el caso de la pareja muerta en Alvear

El hallazgo de dos cuerpos en General Alvear: el de un hombre en un domicilio particular y el de una mujer en un canal, comienza a esclarecerse de a poco tras el hallazgo durante la tarde de ayer del arma con la que supuestamente mataron a Rubén Jordán en su casa el sábado por la tarde.

Una de las hipótesis más fuertes de la investigación es que la mujer habría terminado con la vida de su marido y posteriormente arrojado a un canal de riego, falleciendo como consecuencia de los golpes que le produjo el arrastre de la corriente.

Después de las 22.30 de ayer, el comisario distrital Sur, Carlos Mugneco dio las primeras precisiones sobre el caso.

El hombre tenía dos impactos de bala calibre .22 en la cabeza que terminaron con su vida, aunque fueron cinco los disparos efectuados.

Según las primeras hipótesis, el hombre se encontraba sentado con las piernas en alto mirando televisión, y con el correr de las horas se habría quedado dormido.

En ese momento Lidia, su mujer, se habría acercado hasta el lugar donde estaba su marido armada con un revólver calibre 22, y habría efectuado cinco disparos de los cuales dos impactaron en la cabeza de Rubén “Pocho” Jordán.

Tras cometer el asesinato, la mujer fue hasta un canal de riego próximo al domicilio y se arrojó. Los golpes que sufrió como consecuencia de la fuerte corriente terminaron con su vida.

De todos modos esto son de momento sólo especulaciones de la investigación que deberán ser ratificadas o rectificadas a partir de las pericias científicas que se llevan a cabo por estos días.

Los efectivos, previa autorización del subdelegado de Aguas del Río Atuel, decidieron cortar el agua del canal para poder rastrillar mejor la zona y a unos 20 metros de donde hallaron el cuerpo de Lidia Martín encontraron unas llaves, dinero y el arma con el que habría matado a su marido.

El azar quiso que la evidencia quedara enganchada a algo en el costado del canal y por eso no fue barrida por la corriente. Además, en el baúl del auto de la mujer encontraron una caja de balas calibre 22

La muerte de esta pareja dejó perplejos a los vecinos quienes declararon a

Los Andes

que eran dos personas “muy tranquilas y sociables” y que “nunca tenían problemas con nadie”.

Por el momento, sigue el trabajo de los médicos forenses para terminar de cerrar el caso que estremeció a Alvear en la tarde del sábado.

El caso
 

En una tarde escalofriante, el departamento de General Alvear se conmocionó con el misterioso hallazgo de una pareja de sexagenarios sin vida casi al mismo tiempo.

Los primeros trascendidos señalaban que podría haberse tratado de un crimen de los antiguamente llamados pasionales y un posterior suicidio, aunque en primera instancia no podría establecerse si fue el marido quien ultimó a la esposa o si en realidad todo sucedió a la inversa, esto último es lo que ha tomado más fuerza tras el hallazgo del arma en un lugar muy cercano adonde encontraron el cuerpo sin vida de Lidia Martín.

El primer y tétrico descubrimiento se produjo a las tres de la tarde de ayer, cuando un grupo de chicos que se bañaba en el canal Centro Auxiliar, 300 metros al sur del acceso este a la Ciudad, encontró el cuerpo de la mujer -que fue identificada como Lidia Martín- entre el agua y que aparentemente presentaba golpes y magulladuras en el cráneo, el rostro y también en la boca.

Aterrados por el hallazgo, los menores avisaron a las familias del barrio y se llamó de inmediato a la Policía, que pocos minutos después confirmó el fallecimiento de la víctima hallada en el interior del canal.

Luego comenzó el rastreo de la identidad de la señora y preguntando por los alrededores de la zona, se llegó hasta la casa de Rubén "Pocho" Jordán, en el callejón Echeverría al 158, unos 200 metros aguas arriba de donde apareció el cadáver y donde también viviría la mujer hallada sin vida.

Tras reiterados e infructuosos intentos por comunicarse con el hombre, ya fuera por teléfono o bien golpeando la puerta, el juez en lo penal subrogante de General Alvear, Sergio González, autorizó a que se forzara el ingreso a la vivienda y en uno de los dormitorios encontraron muerto al hombre con un disparo de arma de fuego, supuestamente en la cabeza.

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