El estudio realizado en ratas cuyos sistemas psicológicos son muy similares a los humanos, separó a las ratas en dos grupos, los investigadores alimentaron a las 32 ratas hembra con uno de dos alimentos durante 6 meses.
El primer grupo se alimentó con una dieta normal con comida no procesada que incluía maíz molido y harina de pescado, al segundo grupo se le dio alimento de menor calidad con dieta procesada con cantidades elevadas de azúcar, este tipo de dieta se asemejó mucho al tipo de alimentación chatarra del ser humano.
Después de tres meses fue que comenzaron a observarse los cambios notando que las ratas alimentadas con comida chatarra se volvían obesas, mientras que las que llevaban una dieta normal mantenían un peso apropiado.
Los resultado anteriores sorprendieron poco, ya que era de esperarse que el alimento chatarra volviera obesas a las ratas, pero cuando los investigadores dieron a las ratas la tarea de presionar una palanca para poder obtener una recompensa de alimento o bebida encontraron que las ratas con dieta chatarra se tomaban descansos mucho más prolongados que las ratas con peso normal. En una sesión de 30 minutos, las ratas obesas se daban un descanso de hasta el doble de tiempo que las que se alimentaron sanamente. Con lo anterior los involucrados en el estudio concluyeron que el ser perezoso puede aumentar con el consumo de comida chatarra.
Después de un periodo de seis meses los investigadores cambiaron las dietas de los dos grupos, ahora las ratas obesas fueron alimentadas de manera más nutritiva por 9 días mientras que a las ratas delgadas se les dio alimento chatarra.
A pesar de llevar una alimentación sana las ratas obesas no disminuyeron su peso ni mejoraron su desempeño en la prueba de la palanca. En las ratas delgadas al comer por nueve días comida chatarra su peso no aumento de manera significativa, así como las respuestas a las pruebas tampoco se vieron afectadas.
De acuerdo con estos hallazgos un consumo frecuente de comida chatarra, y no los atracones ocasionales, es lo que ocasiona la obesidad y el detrimento de las funciones cognitivas.
La gente con obesidad es estereotipada como perezosa e indisciplinada y se cree que en realidad tienen sobrepeso por ser holgazanas, sin embargo para los investigadores del estudio la obesidad por una mala dieta es una de las causas y no efecto de la pereza en la gente.
Otro hallazgo del estudio mostró que las ratas con alimentación chatarra presentaban un mayor número de tumores en su cuerpo.
Concluyen los investigadores que vivimos en un ambiente de sedentarismo, dietas de mala calidad y alimentos altamente procesados que son muy diferentes a lo que el hombre estuvo acostumbrado a lo largo de su evolución, es esta diferencia la que marca la pauta para que padezcamos muchas de las enfermedades crónicas que presentamos hoy en día tales como la obesidad y la diabetes.
Fuente:
Omar Luja, médico cirujano y homeópata por la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía, Instituto Politécnico Nacional, México.