Desde abril de 2018 los comercios están obligados a recibir tarjeta de débito como medio de pago (para compras superiores a los $100), sin embargo, ya sea por problemas de conexión, o porque no alcanzaron a realizar el trámite para pedir el dispositivo de cobro, algunos se encontraron sin posibilidades de atraer a clientes que hoy no cuentan con dinero en efectivo.
No obstante, las aplicaciones de pago les permiten operar con todo tipo de tarjetas, sin necesidad de contar más que con un teléfono celular.
Cómo cobrar
Si el cliente no tiene más que homebanking, se le puede generar un “link de pago” desde una aplicación como Mercado Pago. El comerciante puede bajarse la aplicación, encontrar entre las opciones de “cobrar” esta misma y se le enviará un mensaje de WhatsApp al cliente con el monto a pagar para que este pueda ingresar a su banco y hacer la transferencia sin necesidad de tener la aplicación.
Si en cambio, el cliente tuviera la misma aplicación que el comerciante el trámite se simplifica y se podrá pagar con Qr, escaneando la pantalla de el teléfono.
Por otro lado, quizás para operaciones más granes, desde home banking, el usuario puede generar una orden de extracción, o “punto efectivo”, dependiendo del banco que utilice, y completar los datos del destinatario, así como el monto a transferir. Luego, recibirá un código de operación de 6 dígitos para informar al destinatario.
Este último podrá ir a una terminal de autoservicio, ingresar la opción “Punto Efectivo” o “Solicitud de Orden de Pago”, según corresponda, y luego completar sus datos, el importe exacto de la transferencia y escribir el código de 6 dígitos que recibió anteriormente quien realizó la transferencia.
¿Qué tan sucio es el dinero?
A nivel nacional, en Argentina, donde habitan unos 45 millones de personas, según el relevamiento más reciente del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el efectivo sigue siendo la opción de pago más usada en el país. Ese informe oficial se concluyó que los argentinos pagan en efectivo el 69,4% de los gastos que hacen en rubros de consumo masivo y para el resto utiliza medios de pagos electrónicos
No obstante, eso está cambiando, ante la posibilidad de que le virus sobreviva en el papel moneda, y que este mismo sea un método de transmisión, los países adoptan medidas para desalentar su uso, y hasta se impone “el lavado” de los billetes (de forma literal).
Según el Análisis Económico ARG - MT LATAM, en varias regiones de España ya no reciben dinero en efectivo para abonar pasajes de colectivos o de metro. Únicamente se puede abonar con tarjetas de crédito o débito, o con la tarjeta que utilicen los transportes según la empresa o región.
En Estados Unidos comenzó a crecer el miedo por el contagio a través del dinero en efectivo. El papel con que están hechos los dólares estadounidenses es 75% algodón y 25% lino, lo cual permite a los gérmenes permanecer más tiempo en este tipo de superficies en comparación con otras superficies más duras y lisas. Por este motivo, un gran número de comercios se niega a aceptar dinero físico y solo aceptan tarjetas de crédito o débito y tarjetas prepago.
En China, el banco central ordenó a todos los bancos que realicen un proceso de limpieza y de desinfección profunda de dinero en efectivo para intentar contener la propagación del virus a través del dinero físico.
El Banco Nacional de Hungría (MNB) anunció que someterá a una "cuarentena" a los billetes de forinto y otras monedas que están en tráfico en el país para desinfectarlos. El proceso consiste en que los billetes son empaquetados en películas retráctiles y se almacenan en un contenedor durante dos semanas para luego pasar por a un breve tratamiento térmico de entre 160 y 170 grados centígrados.