La escasez de monedas es un problema común en la provincia de Mendoza. Sin embargo, poco se habla de una de las principales consecuencias que esto acarrea, el aumento de precios.
Ante la falta de cambio, muchos productos ven sus valores alterados. Susana Yelich, presidente de Protección del Consumidor en Mendoza Capital (Prodelco), explicó que cuando existían las monedas de un centavo, los precios terminaban en 99 y el centavo restante se perdía.
“En 1997 en Mendoza habían 400 mil familias. Si cada familia dejaba 5 centavos por día en la calle, al año se perdían 700 mil pesos”, indicó la experta.
Considerando la inflación y la falta principalmente de monedas de baja denominación, Marta Rizo, titular de la Dirección de Protección al Consumidor de Luján, calcula que en la actualidad se pierden unos 36 millones de pesos por falta de cambio. “Si tomamos la misma cantidad de familias que en 1997 (400 mil) y reconocemos que cada una deja tres pesos en la calle por día, se entiende esta cifra”, sostuvo.
“El problema, es que los propios consumidores le restan importancia a las monedas. Hay que acostumbrarse a exigir el vuelto que corresponde”, señaló Rizo.
Esta falta de interés, fue confirmada por Mario Vadillo, de la organización defensa al consumidor Protectora, quien aseguró que la gente no reclama por los centavos. “No recibimos denuncias de este tipo”, comentó
Sin solución cercana
El problema al que hace mención la presidente de Prodelco, dista mucho de ser resuelto. En el período que va de enero a septiembre de este año, el Banco Central de la República Argentina puso en circulación un total de 326 millones de monedas.
Esto debió ayudar a descongestionar la situación, pero algo más del 50% de las monedas emitidas fueron de dos pesos. Por su valor, no facilitan los problemas para dar el vuelto.
Como consecuencia, Susana Yelich aseguró que “los comerciantes remarcan los precios”. También destacó que “hay largas colas de gente para cambiar monedas en el banco, pero no otorgan más de 50 pesos por persona. Para evitar el problema del cambio, el comprador termina pagando más dinero por el producto”.
La directiva de Prodelco aclaró que la pérdida de plata por parte de los consumidores es menor en súper e hipermercados, ya que son sancionados ante irregularidades en sus ingresos. “Se ven más incrementos de precios en locales comunes, como quioscos y farmacias”, sostuvo.
No obstante, Marta Rizo destacó que “es común que en los supermercados se ofrezca donar el vuelto a alguna fundación. Con excepción de una sola cadena, el resto no entrega los debidos comprobantes de donación y uno no sabe que ocurre con ese dinero”.
Para Rizo, se debe exigir el vuelto en el supermercado y la donación tiene que hacerse de forma directa. “Si no el que dona es el supermercado y se ve beneficiados en sus impuestos gracias al esfuerzo de la gente”, protestó.
El micro
Vale aclarar que también se presentan este tipo de situaciones a la hora de abonar por un servicio. Por ejemplo, el pasaje de micro de Mendoza a San Martín tiene un costo de $ 9,90. Los usuarios casi siempre pagan con un billete de diez pesos, pero no reciben el vuelto que le corresponde. “La situación es tan común, que nadie reclama por sus monedas”, contó un pasajero frecuente.
En este último ejemplo, la diferencia excede incluso los 5 centavos que contempla la ley. La sumatoria de este tipo de casos a lo largo de un día, explica los tres pesos que cada familia deja en la calle en el cálculo de Prodelco.