Los intercambios de productos agrícolas y agroalimentarios alcanzaron en 2009 un monto de 907.000 millones de dólares, siendo cada vez más importantes los productos transformados y cada vez menor el peso de los productos agrícolas en bruto, más allá del importante aumento de los precios de las materias primas.
Los principales exportadores de estos productos son los Estados Unidos y la Unión Europea, representando juntos un tercio del comercio mundial. Le siguen Brasil, Argentina, Canadá, Australia, Tailandia, Indonesia y Malasia. Por su parte, los principales importadores de productos agroalimentarios son la Unión Europea, Estados Unidos, China y Japón.
En el balance export/import el principal lugar lo ocupa el Mercosur, especialmente Argentina y Brasil, que constituyen cada vez más el granero del mundo con saldos positivos del comercio agroalimentario de 75.000 millones de dólares, superando al dúo Estados Unidos y Canadá (+ de 47.000 millones de dólares), luego Australia y Nueva Zelanda con un excedente de 31.000 millones de dólares y Malasia e Indonesia con un saldo positivo de 19.000 millones de dólares. Los conjuntos más deficitarios son la UE y el grupo chino (China, Hong Kong y Taiwán) con 28.000 y 36.000 millones de dólares respectivamente.
Desde el punto de vista del agregado de valor, es importante destacar que crece la participación de los productos agrícolas transformados que transitan por los mercados mundiales, representando más del 61% del total del comercio de productos agropecuarios y agroalimentarios. Las exportaciones de estos productos de los países de menor desarrollo relativo se caracterizan porque en su mayor parte son bajo la forma de productos en bruto o muy escasamente transformados.
En muchos países en desarrollo y también en algunos desarrollados, más de un tercio de las exportaciones corresponden a productos en bruto, aunque con una suave tendencia a la reducción; es el caso de Brasil, de Estados Unidos y de la Argentina. En el caso de la Unión Europea y también de China, la parte de las exportaciones de productos en bruto, es decir no transformados, es de solo el 10% del total, e inversamente los productos fuertemente transformados y con elevado valor agregado constituyen más de las dos terceras partes de las exportaciones totales. Es importante destacar el rol determinante que juegan las industrias agroalimentarias y las cadenas agroalimentarias en esta parte del sistema agrícola y agroalimentario mundial.
Desde el punto de vista de los productos agroalimentarios, la principal categoría comercializada en el mundo corresponde a las frutas y hortalizas con 101.000 millones de dólares, seguidas por las proteoleaginosas (soja, girasol, maní) con 72.000 millones de dólares, las carnes con 62.000 millones de dólares, los cereales (trigo, maíz, sorgo, arroz) con 47.000 millones de dólares, los vinos y espirituosas con 45.000 millones de dólares, los productos lácteos y huevos con 40.000 millones de dólares, azúcar y café con 11.000 millones cada uno, cacao 9.000 millones, té con 3.300 millones y otros productos el resto.
Si analizamos las empresas, las más importantes multinacionales del sector agroalimentario son europeas y estadounidenses, encabezadas por Nestlé (Suiza, 80.000 millones de dólares de facturado anual), Cargill (Estados Unidos, 75.000 millones de dólares), Unilever (Holanda - Reino Unido, 51.000 millones de dólares), Coca Cola (Estados Unidos, 44.000 millones de dólares), Archer Daniels Midland (Estados Unidos, 37.000 millones de dólares), Pepsico (Estados Unidos, 35.000 millones de dólares), Bunge Foods (Estados Unidos, Brasil, Argentina, 26.000 millones de dólares), Tyson Foods (Estados Unidos, 26.000 millones de dólares), Sara Lee (Estados Unidos, 19.000 millones de dólares) y Danone Group (Francia, 18.000 millones de dólares).
El comercio de cereales: el caso del trigo
Los cereales son las plantas más cultivadas en el mundo y representan la principal fuente de la alimentación directa e indirecta de la humanidad. En el mundo se verifica claramente la existencia de zonas fuertemente excedentarias y otras muy deficitarias de cereales. Un habitante medio consume 330 kilos de cereales por año; para mantener este nivel de consumo la producción mundial deberá pasar de 2.000 a 3.000 millones de toneladas entre el año 2000 y el 2050, según los pronósticos de crecimiento de la población mundial.
Las Américas y Europa son áreas con grandes excedentes, lo que en relación a la situación de abastecimiento actual y futura, le confiere una importante ventaja económica y geopolítica. Asia y África son las regiones fuertemente deficitarias, con áreas muy críticas, tales como los países del área del Pacífico (Filipinas, Bangladesh, Corea del Sur, Japón, Malasia, Indonesia) y los países del Norte de África y del Cercano y Medio Oriente (Marruecos, Argelia, Libia, Túnez, Egipto, Irak, Irán, Arabia Saudita, Yemen, Siria).
El 80% de la producción mundial de trigo es consumida directamente por el hombre y más del 75% de los países del mundo importan trigo, aún cuando algunos de ellos también exportan. Esto se debe a la existencia de distintos tipos de trigo, desde los duros (para fideos) hasta los blandos (para pan) con diferentes características y especialmente distintos contenidos proteicos. Una particularidad del mercado mundial de trigo es que anualmente alrededor del 20% de la producción mundial transita por los mercados internacionales, contra solo el 13% de la del maíz y el 6% de la de arroz.
Otra particularidad es que el 80% de la ayuda alimentaria mundial es trigo, lo que le da una importancia geopolítica especial. La producción mundial es de 683 millones de toneladas: Unión Europea aporta 151 millones, China 112 millones, India 79 millones, Estados Unidos 68 millones, Rusia 64 millones, Canadá 29 millones, Ucrania 26 millones, Paquistán 22 millones, Australia 21 millones y Argentina 15 millones.
Lamentablemente la producción argentina ha caído fuertemente a valores inferiores a los 10 millones en los últimos años como consecuencia de erróneas políticas agropecuarias que especialmente han afectado al trigo, superando levemente el autoabastecimiento y reduciendo drásticamente los saldos exportables. Las exportaciones son lideradas por Estados Unidos (30 millones de toneladas) seguido por Canadá, Rusia y la UE con 15 millones cada uno.
En un tercer grupo aparecen Australia, Argentina Ucrania y Kazajistán, con exportaciones alrededor de 5 millones de toneladas. Los importadores de trigo son muy numerosos, liderados por la UE y Egipto con 5 millones de toneladas cada uno, India, Indonesia, Irán, Filipinas, Colombia, México, Brasil, Argelia, Japón, Corea del Sur, Marruecos, Bangladesh, Irak, Yemen e Israel.