Comer en verano: dieta sana y refrescante

En verano se consume menos energía, por lo que la dieta debe ser menos calórica. Vitaminas, minerales y antioxidantes son fundamentales.

Comer en verano: dieta sana y refrescante
Comer en verano: dieta sana y refrescante

Para empezar
Lo mejor es recurrir a bebidas refrescantes: un buen jugo de tomate, de zanahoria... ambos hidratan, tienen antioxidantes y componentes (sodio, minerales, vitaminas A y C) que nos ayudan a sacar beneficio y protegernos del sol. En general los vegetales hacen una magnífica función durante el verano.

Primeros platos
En la misma línea que lo anterior debemos consumir más líquido con la ingesta de sopas frías, como por ejemplo el tradicional Gazpacho o sopa de tomate fría a la que se le pueden agregar diversos vegetales.

Segundos platos
Fundamentales las ensaladas de verano con vegetales de estación. Las comidas deben depender del tipo de día. Aquellos con mucha actividad (ejercicio en la playa, etc.) se puede recurrir a pastas o a un arroz fríos. Si se comen carnes o pescados aconsejamos hacerlos con salsas ligeras o 
mejor de forma sencilla (a la plancha, al horno); acompañar con una guarnición verde o ligera a base de vegetales.

Otros tips a tener en cuenta:
Evitar el exceso de refrescos, de cervezas y otras bebidas alcohólicas, y, en su lugar, consumir dos litros de agua al día.
Realizar 4 ó 5 comidas diarias y mantener horarios ordenados, sin saltarse comidas.
No abusar de las cantidades y evitar las salsas son buenos consejos para no engordar.
Extremar la higiene en la cocina y lavar bien las hortalizas para evitar las intoxicaciones alimentarias.
Refrigerar bien los alimentos para evitar la salmonelosis.

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