Patricia Sarabia administra desde hace dos años el establecimiento Los Peques, ubicado en los márgenes del barrio La Favorita, de Ciudad. Cuenta que actualmente recibe a unos 30 chicos de todas las edades -aunque llegaron a ser 70- que habitualmente asisten a tomar la leche o almorzar en este oasis solidario.
"Hace casi dos años empecé con el merendero. Acá hace mucha falta. Tenía 70 chicos, pero tuve que reducir la cantidad porque no me dan los recursos. Ahora somos aproximadamente 30. Yo lo sustento con lo que puedo, les doy almuerzo y chocolate con leche cuando tengo", contó la mujer, madre de 5 hijos, empleada doméstica y cocinera.
Los Peques funciona en la casa de Patricia. Y como este lugar, hay al menos otros 8 en la zona aunque ninguno funciona bajo la órbita del Estado municipal o provincial sino que son iniciativas de particulares. "Acá no suele acercarse nadie. Me encantaría que alguien les dé a los chicos clases de apoyo, porque tienen muchos problemas que necesitan atención", describió la mujer.
Agregó que su tarea solidaria es simple, ya que lo hace porque siente la necesidad de ayudar al otro. “Crié a mis 5 hijos sola, una sabe lo que cuesta y eso te lleva a tener amor por los niños.
Hay chicos que están creciendo sin sus padres pero lo importante es estar presentes para ellos”, reflexionó Patricia.
Más vulnerabilidad
Genaro Fugazzotto es habitual voluntario para asistir a personas en situación de vulnerabilidad en La Favorita. Admitió que los merenderos que antes atendían durante la tarde, ahora debieron ampliar su “horario de atención” y están ofreciendo almuerzos.
Además, explicó que muchos clubes sociales y deportivos han tenido que brindar una merienda a los chicos para frenar la deserción. “Han vuelto a abrir dos o tres merenderos que cerraron en 2015. Por ejemplo, hay uno frente a la plaza Aliar que comenzó en 2016 con 15 niños y ahora van entre 80 y 100. Algunos van a buscar las viandas directamente y otros se quedan ahí a comer.
Los clubes y las escuelas se han tenido que adaptar porque sino los chicos dejan de ir”, informó Fugazzotto.
Zulema Olivares, referente de este barrio del oeste mendocino, dijo que ella tenía un comedor pero lo cerró porque quien le daba alimentos -lo que sobraba de otro comedor- ya no llega. “Les daba de comer a los chicos los sábados, con lo que iba consiguiendo, ahora los chicos se están quedando sin comer”, dijo la mujer.
Además, confirmó que uno de los clubes donde trabaja , el AFI, está dando la merienda para que los chicos no dejen de ir y que el Gimnasio N°5 también lo está haciendo.
Necesidad grande
Carlos Ibáñez, presidente de la Unión de Entidades Intermedias de La Favorita y vecino desde hace 43 años, comentó que concretamente se abrieron tres comedores en pocos meses, todos vinculados a dirigentes políticos de la zona. “Un senador (provincial) abrió un merendero que está dando buenos resultados, hay otro en la biblioteca del barrio Cipolleti y (Pupi) Palero inauguró uno que trae algunas cosas para que los chicos puedan tomar la mediatarde”, señaló Ibáñez.
La necesidad de los chicos es grande. “Cada día vienen más. Mucha gente que ha perdido su trabajo, los hombres en la construcción y las mujeres, en los hogares donde hacían servicio doméstico, porque sus empleadores debieron recortarles las horas porque tampoco tienen tantos recursos como antes”, detalló el dirigente vecinal.
Ibáñez dijo que paulatinamente la situación en La Favorita cambió. “Más allá de partidismos, observo mucha insensibilidad e indolencia. Es una situación grave que puede terminar en una crisis de consecuencias imprevisibles”, vaticinó el hombre.
Prefieren que coman en sus casas
Según datos aportados por la dirección de Derechos de Aalimentación, del Ministerio de Salud, se está ortorgando un 25% más de ayuda en La Favorita que hace 2 años.
Según explicaron, quieren contribuir a mantener a los chicos comiendo con sus familias en sus casas, y desalentar el uso de los comedores y merenderos. Para ello se están implementando dos programas: Comer Juntos en Familia y la entrega de tickets para hacer compras en supermercados.
En total, se están destinando 89 mil pesos para el primer programa mencionado, que cubre a 143 familias (unas 715 personas). En tanto, se entregan tickets por un monto de 47.750 pesos mensuales a los que acceden 191 beneficiarios.
“El programa Comer Juntos en Familia venía de la gestión anterior y nosotros lo potenciamos porque era muy bajo lo que se estaba entregando. Esto aumentado por los actuales índices de pobreza, entre otros factores”, admitieron desde el ministerio de Salud.
Para colaborar
La organización El Circo Azul está realizando una colecta para colaborar con Zulema Olivares en la organización del Día del Niño (agosto) en la zona y para ayudar al elenco de teatro comunitario VH. Para ello realizarán una función en la escuela artística Julián Aguirre el 5 de julio a las 20.30 con el elenco de jóvenes y adultos de la escuela. La entrada consiste, simplemente, en realizar una donación. El elenco está integrado por Leonardo Alfaro y Virginia Bernad.
Contacto Merendero Los Peques: 2612401813.