El mercado financiero argentino continúa siguiendo muy de cerca los vaivenes electorales. Tras la pobre actuación de Cambiemos en las elecciones provinciales de Río Negro y las PASO de Chubut, la semana abrió con las tercera caída al hilo de los títulos de deuda argentinos y el riesgo país cerca de sus máximos en 2019.
El riesgo país argentino escaló a sus máximos de 2019 como resultado de la marcada aversión al costo doméstico en momentos de tensiones financieras y la incertidumbre por las elecciones presidenciales de octubre.
Según reportó la agencia de noticias Reuters, en la City los operadores coincidieron en que la escalada del referencial confeccionado por el banco JP.Morgan revelaba las crecientes dudas de los inversores, en momentos de presión cambiaria, alta inflación y preocupante recesión.
El índice de riesgo subió 21 unidades (2,69%), a 803 puntos básicos, su nivel máximo desde finales de 2018 y rumbo al tope de 840 unidades bajo la gestión presidencial de Mauricio Macri. Mientras tanto, los inversores miran de reojo el resultado de las licitaciones de letras del Tesoro.
"El apetito por riesgo global resulta una condición necesaria pero no suficiente, ya que los inversores se encuentran principalmente concentrados en los ruidos electorales y los desafíos económicos, y de ahí las castigadas valuaciones de los bonos y acciones", explicó Gustavo Ber, economista titular de la consultora Estudio Ber.
La cotización de los bonos en dólares reflejó la desconfianza. Por un lado, el Bonar 2024 descendió un 1,5%, el Bonar 2020 cayó un 1,1% y el Discount bajo ley argentina perdió un 2%. En tanto, los bonos nominados en moneda dura cayeron hasta 3%, como es el caso del Bonar 2025.
Como dato llamativo, la suerte de los bonos argentinos se divorció de lo que pasaba en el mercado cambiario, donde el peso lograba hacer pie luego de tres ruedas de pérdidas.
El riesgo país es un indicador que elabora la banca internacional JP Morgan para medir la probabilidad que una nación no consiga cumplir con los compromisos asumidos en materia de deuda soberana. Actúa como un termómetro: cuánto más alto está, mayor es la desconfianza de los inversores.
Esta confianza también puede medirse por la evolución de los Credit Default Swaps (CDS), unos seguros de cobertura que adquieren los inversores para cubrirse en caso de un potencial impago. Los CDS de Argentina ya tocan un máximo anual de 840 puntos, 40 unidades más que en el cierre del viernes y 80 más si se lo mira desde el inicio del año.
Para Leonardo Chialva, de Delphos, la incertidumbre política y económica se mueve en un espiral ascendente. El economista señaló que particularmente "pesó más la preocupación por el FMI que el mal resultado de las elecciones. Pero todo es un combo que se retroalimenta", dijo.
“A esto se suma lo técnico, y también encuestas que provocan nerviosismo, con un cambio de actitud del Gobierno que sirve para convalidar ese nerviosismo, con radicales haciendo su juego. Por suerte el Fondo Monetario Internacional financia la transición y luego será la política la que nos diga si estos precios tan bajos son oportunidades o todo sigue el camino de mayor deterioro”, añadió Chialva.