Cuando te disponés a decorar los espacios de tu casa, una de las cosas en las que más tenés pensar es en los colores que incluís en ellos. Por eso, muchas veces nos paramos a pensar si un color combinará con otro, o qué tono quedaría mejor con el azul que tanto nos gusta. En esta nota te ayudamos a solucionar estas incógnitas
COMBINACIONES POCO ACERTADAS
Esta es unas de las combinaciones que debés evitar por encima de todo. Son colores que además de no combinar nada, crean un ambiente demasiado triste y apagado. Además, si buscás algo de contraste o que se realcen estos tonos, no podrás, porque si los mirás en conjunto, apenas apreciarás la diferencia entre uno y otro, fusionándose.
Aunque en algunas casas, podemos ver el rojo y el rosa en un mismo espacio, la verdad es que no tienen una buena sintonía entre ellos. El rosa combina mejor con tonos tierra, tales como el beige o el marrón. El negro también es un buen acompañante del rosa, y si querés decorar al estilo moderno, es una mezcla perfecta. Por otro lado, si te gusta el rojo y el naranja, no es una buena idea que los coloqués juntos. Estos dos tonos no se llevan bien, sin embargo, sí tienen un color con el que maridan a la perfección cada uno de ellos, pero por separado. Éste es el negro. Al igual que pasa con el rosa, el negro les hace una buena compañía, y además, da un toque moderno muy especial.
Dicen que el blanco es el tono que combina con todo. Sin embargo, no lo mezclés con colores pálidos, ya que no dirá nada. Es mejor que lo acompañés con colores más fuertes con el fin de crear un mayor contraste y darle algo de vida al ambiente.
Estos tonos se llevan muy mal, el verde dejalo para combinarlo con tonos tierra, que emulen la naturaleza, y el azul con otros como el amarillo pálido.
Son dos tonos que llevan una distinta proporción de rojo, por lo que, si pretendés combinarlos, no crearán un buen efecto en el espacio.
Estas combinaciones debés evitarlas, aunque, todo dependerá de los tonos que elijás de cada color y de cómo quieras combinarlos, porque, alguna de las gamas más claras de uno de los colores, puede combinar con el otro, siempre y cuando uno sea un elemento accesorio de la habitación. Por ejemplo, un mueble del living wengué con una pared roja. A pesar de ser dos colores que no se llevan bien, pueden quedar perfectamente si sabés combinarlos.