En los últimos doce meses, la bioplanta del Iscamen, que funciona en Santa Rosa desde 2007, pasó: de ser una estructura deficitaria, (que pagaba sueldos en cuotas y funcionaba al 40% de su capacidad), a un complejo que produce 360 millones de pupas de mosca del Mediterráneo por semana.
Ésa es la conclusión a la que arribó el gobernador Alfredo Cornejo, en su segunda visita al lugar en el último año, donde aseguró que el Iscamen "produce hoy moscas suficientes para cubrir las necesidades de la provincia y para abastecer a parte de la Patagonia, Hemos recuperado la producción de la que se considera la quinta planta más grande del mundo".
Cornejo recorrió el lugar y las obras que se están realizando en el predio, acompañado por el ministro de Economía, Infraestructura y Energía, Martín Kerchner y el presidente del Iscamen, Alejandro Molero. A la salida aprovecharon la oportunidad para dar detalles de la campaña que, a partir de octubre, implementará el gobierno para combatir en los viñedos de la Provincia a la lobesia botrana, también conocida como "polilla de la vid".
"El objetivo es atacar a la polilla en prácticamente las 160.000 hectáreas de vitivinicultura que tiene la Provincia. Hay 130.000 hectáreas inscriptas y el resto serán cubiertas desde el aire, a través de vuelos con difusores líquidos", aseguró el ministro Kerchner.
Al respecto, el ministro calificó al inminente operativo contra la lobesia botrana como “complejo y ambicioso”; recordó que participarán más de 11.000 productores de la provincia y que su implementación, en octubre y noviembre, “ha requerido un esfuerzo notable del Iscamen y los recursos de la Provincia y la Nación”.
Así, tras seis años de avance constante de la plaga, que en la actualidad ataca a la mitad de las hectáreas cultivadas en la Provincia, la Nación destinó $ 400 millones para implementar políticas activas de control en las provincias afectadas.
"En Mendoza, hemos capacitado a más de 11.000 productores, que se inscribieron para participar y que recibirán los difusores destinados a combatir esta plaga", señaló Kerchner y agregó: "El objetivo es atacar a la polilla en prácticamente las 160.000 hectáreas de vitivinicultura que tiene la Provincia. Hay 130.000 hectáreas inscriptas y el resto serán cubiertas desde el aire, a través de vuelos con difusores líquidos".
El gobernador y sus funcionarios se mostraron satisfechos, no sólo con los objetivos planteados para la próxima lucha contra la lobesia botrana, sino con la recuperación productiva del Iscamen. Cornejo recordó que, en julio del año pasado, la nueva administración encontró que el Iscamen funcionaba al 40% y que a esa altura del año, el complejo había consumido todo su presupuesto anual. También dijo que la bioplanta debía $ 130 millones a proveedores y que los empleados cobraban su sueldo en cuotas.
