El cerco de la UNCuyo: insólito, antiguo, discriminatorio

Las autoridades de la UNCuyo nos deben a los ciudadanos una explicación, con fundamentos científicos, que justifiquen que la inseguridad en Mendoza se resuelve con la construcción de muros, y si no los tienen, que lo derriben.

Gran sorpresa me produjo la noticia de la construcción de un muro que separa el predio de la vieja y querida UNCuyo de un par de barrios populares o de muy bajos ingresos con los que colinda desde siempre.

Mucha más sorpresa al leer sobre los argumentos que explican su construcción, para preservarse de la inseguridad que dan por sentado proviene de habitantes de esos barrios.

Sabido es que uno de los roles de la UNCuyo es la investigar sobre los problemas que aquejan al medio, y sin dudas la inseguridad es uno de los principales. Doy por sentado entonces que la decisión que me asombra debe estar basada en alguna investigación que hicieron (bueno es recordarlo, a decir del presidente, con la nuestra, los impuestos que todos pagamos) justificando que la mejor solución para el problema en cuestión es construir muros como el que están levantando.

Vivo en la Quinta Sección hace varias décadas, y es sabido la inseguridad que en aumento nos aqueja, por los medios se informó que el lavadero al que llevo mi auto, el último fin de semana fue asaltado varias veces. Me pregunto y les pregunto entonces a las autoridades e investigadores de la UNCuyo, que tienen la obligación y el presupuesto para estudiar soluciones: ¿dónde construimos el muro los habitantes de la Quinta Sección? ¿O los del barrio UNIMEV, o los de Luzuriaga, o …todos?

Entiendo a cada vecino que frente al problema que cotidianamente sufre de la inseguridad creciente su respuesta lógica, práctica, sea construir muros, rejas, alarmas, etc., etc., para protegerse, o irse a un barrio cerrado si su presupuesto se lo permite. Pero que la UNCuyo, nuestro cerebro, nuestro colectivo pensante, el que sostenemos con firmeza para que eduque, instruya, forme a nuestros jóvenes e investigue cómo resolver nuestros principales problemas construya un muro que la separa no solo física sino visualmente de unos barrios pobres con el argumento de la inseguridad que los habitantes de los mismos suponen les ocasionan, me parece cuanto menos falazmente discriminatorio, antiguo, viejo, indignante.

Afirmar con hechos, como lo es ese muro por parte de una Universidad Pública, que son los pobres la principal causa de inseguridad y de la comisión de delitos muestra una ignorancia de la complejidad del problema que justificaría un juicio académico a quienes firmaron el informe aconsejando su construcción. Nunca escucharon hablar de los carteles de la droga, que son los que organizan el tráfico, o piensan que ese mundo lo manejan y sostienen esos chicos que venden al menudeo, algunos posiblemente habiten los barrios de los que quieren protegerse. ¿No investigaron cuántos de esos carteles existen o tiene ramificaciones en Mendoza y sus jefes no viven en esos barrios de los que quiere segregarse, sino posiblemente en algún otro vecindario más acomodado y que no tiene problemas de inseguridad? ¿Qué creen que hacen los que roban cables o medidores de luz o agua? ¿No saben que lo venden a reducidores que luego esos materiales los reincorporan al mercado como las autopartes? ¿En dónde viven quienes tomaron la decisión de la UNC que no saben estas cosas que sabemos todos?

Pretendo que no sea la indignación el sentimiento que nos guie, ni mucho menos inducir a ello, pretendo inducir a la reflexión, advirtiendo que puedo estar equivocado, pero entiendo que las autoridades de la UNCuyo nos deben a los ciudadanos una explicación, con fundamentos científicos, que justifiquen que la inseguridad en Mendoza se resuelve con la construcción de muros, y si no los tienen, que lo derriben.

* El autor es abogado. Ex gobernador de Mendoza

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