Colonia Molina, el nuevo distrito de Guaymallén

Los vecinos de esta zona de producción de camote (batata) esperan ahora la concreción de obras y la extensión de servicios como agua, gas y alumbrado público.

Colonia Molina, el nuevo distrito de Guaymallén
Colonia Molina, el nuevo distrito de Guaymallén

Una larga lucha de pobladores de la localidad Colonia Molina, en el  noreste de Guaymallén, por la reivindicación del territorio que habitan, se ha traducido en la creación del nuevo distrito del populoso departamento.

Desde hace unos días, una franja rectangular de terreno de 1.000 hectáreas, zona eminentemente rural, ha sido convertida en el vigesimoprimer distrito de Guaymallén.

Es la pelea que venía dando la Asociación Grupo Comunitario San Cayetano, que agrupa a agricultores de batata y productos de chacra, como tomate, zapallito coreano y del año, entre otras siembras.

Por la calidad del camote que allí se cultiva, este rubro agrario es la fuente de subsistencia y progreso de los lugareños, que lo comercializan en los mercados local y en el nacional.

Los hombres y mujeres de la entidad, encabezados por Jorge Vallone (54), consiguieron con la actual administración municipal la creación de la nueva jurisdicción, escindiéndose de Colonia Segovia a la que pertenecía la antigua localidad.

La ordenanza que creó el área en cuestión fue impulsada en el Concejo Deliberante por los ediles Ramón Lucero, Diego Fernández, Adriana Salcedo y Miguel Illanes.

Se trata de un territorio de aproximadamente 10 km2 y cuyos límites los marcan el canal auxiliar Tulumaya en el norte; el carril Severo del Castillo en el este; y las calles Milagros hacia el sur y Tabanera y Mariani en el oeste.

Esta región es una de las tantas zonas de campo de Guaymallén, que en los últimos años ha presentado un crecimiento demográfico y poblacional.

A fines de 2013, el intendente Luis Lobos se reunió con los vecinos y  se comprometió a producir la medida que la gente esperaba: dar los pasos correspondientes para otorgar el rango de distrito al suelo que habitan.

Qué esperan

En una reunión realizada en la lavadora de camotes, de propiedad de la Asociación de Agricultores San Cayetano, sobre calle Tabanera, personas de la comunidad manifestaron qué esperan ahora.

"La meta a partir de este logro -dijeron Vallone y Ángel Feliciano Sánchez (76), tesorero- es poder obtener progresos en las vías de comunicación y los servicios primarios, como agua por red, gas y la iluminación pública".

Efectivamente, algunas arterias se encuentran en regular a deficiente estado.

Asimismo, aguardan la instalación de una dependencia policial, ya que la más cercana se ubica en Colonia Segovia, a 3 kilómetros. El teléfono fijo sería otra ambición, aunque saben que será difícil por las extensiones a cubrir.

En el mismo sentido y por las distancias, 15 kilómetros hasta el edificio municipal de Villa Nueva, los lugareños esperan poder contar con una delegación municipal.

Desde la comuna se anuncian medidas para apoyar al distrito: pavimentación de calle Roque Sáenz Peña, operativos de limpieza y desmalezado, mejoramiento del alumbrado, y un trabajo de señalética.

La comarca posee un centro de salud, el N° 219, un centro educativo, con el nombre de San Cayetano (de los padres josefinos de Murialdo), que brinda apoyo escolar a chicos del lugar.

También están  la capilla Virgen de las Lágrimas, y la sede de la Asociación Grupo Comunitario San Cayetano. El equipamiento se completa con 2 escuelas primarias, la Juan Enrique Pestalozzi y la Yolanda Corsino.

Muchas familias están radicadas desde hace muchas décadas, contando ya con integrantes de la cuarta generación, como Fabricio Polachovic (14). El jovencito sostuvo que "es un orgullo vivir por aquí, tierra de mis abuelos y hasta de un bisabuelo".

Otras familias antiguas son los Vaquer, los Sánchez y los Gurrieri, aunque la nómina es mucho mayor. El decano del flamante distrito es Antonio Vaquer, de 95 años, el abuelo del subsecretario de Obras Públicas, Gerardo Vaquer.

Un poco de historia

Nacido en 1928, cuando Luis Molina subdividiera una propiedad de 450 hectáreas, el paraje Colonia Molina se convirtió en la tierra gestadora del Festival Nacional del Camote, que ya va por su undécima edición. El nombre de la jurisdicción responde a la familia que fue propietaria de esas tierras.

Limita con los distritos Colonia Segovia,  Puente de Hierro y Los Corralitos, por lo que su pertenencia nunca estuvo muy definida, ya que por algunos momentos era parte de Colonia Segovia, y por otros, de Los Corralitos.

Lo que no hay lugar a dudas es que sus pobladores se caracterizan por el trabajo permanente, no sólo de sacar provecho de un suelo degradado, y poder ofrecer al mercado de consumo excelentes camotes.

Para dar potencialidad y valor agregado a la producción de las 200 hectáreas en actividad, los agricultores contaron con el apoyo del INTA, y dentro de esta institución técnica, con el asesoramiento de la extensionista ingeniera agrónoma Clara Contardi.  

Claro, los pobladores invocan a San Cayetano como su protector y el de la tierra que cultivan.

En el límite con Lavalle

Nombre: Colonia Molina.

Ubicación: Noreste del departamento, en el límite con Lavalle.

Superficie: 10 km2.

Distancia a la ciudad: 30 kms.

Hectáreas en producción: 200.

Producción: camotes y productos de chacra.

Distritos vecinos: Colonia Segovia, Los Corralitos y Puente de Hierro.

Necesidades: luz pública, agua potable y gas, y mejoras en calles.

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