Colombia anunció una ofensiva contra el brote de fiebre aftosa detectado hace casi un mes y procedente de Venezuela, con medidas que van desde una mayor presencia militar en la frontera hasta “recompensas” para quienes denuncien el contrabando de ganado en la zona.
El presidente Juan Manuel Santos “ordenó fortalecer el plan de control y erradicación del virus, especialmente en la zona de frontera con Venezuela”, dijo el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, en rueda de prensa desde la sede de gobierno, Casa Nariño.
Las medidas buscan proteger a unos 450.000 ganaderos de este virus altamente contagioso y detectado el 24 de junio en un predio cercano a la zona limítrofe con Venezuela, que no ha sido declarado libre de este virus.
Iragorri afirmó que se redoblará “la vigilancia aérea, la presencia militar y el apoyo tecnológico de control e inspección en los pasos informales en la frontera”, al tiempo que se fortalecerán los “73 puestos actuales de control”.
A la fecha se ha reportado cuatro focos de esta enfermedad en el norte y centro del país. El virus afecta al ganado pero no a la salud de las personas, por lo que el consumo de carne o leche no representa ningún riesgo.
Esta ofensiva contra la enfermedad se toma luego de que el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa, que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), comprobó “científicamente que el virus (...) que en este momento afecta al país es de origen venezolano”, dijo Iragorri.