No quedan dudas de que la sucesión de hechos graves que se produjeron a la salida de los boliches caló hondo en la ciudadanía y se reflejó en las cámaras legislativas. Hubo reuniones, de las que participaron jóvenes y padres, en la intención de alcanzar consenso para establecer horarios de ingreso y egreso de los locales bailables, aspecto que contemplaba también el hecho de que la ingesta de alcohol en el interior debía cortarse una hora antes del cierre.
Los denominados padres preventores decidieron colaborar con la policía en la instalación de puestos de control en las cercanías de los boliches, a los efectos de establecer en qué condición se encontraban aquellos chicos que conducían los vehículos y paralelamente la Provincia dio a conocer una serie de videos en los que, con un duro y claro contenido, se advertía sobre las consecuencias que podría acarrear la conducción de un vehículo luego de la ingesta de alcohol.
No se trata de un tema de fácil solución. En primer lugar porque muchas veces los chicos, por más que se les advierta, no suelen medir suficientemente los peligros, a lo que se suman otros aspectos como las "modalidades" conocidas como "previas", que determinan que los jóvenes ingresen a los boliches ya con ingesta de alcohol, mientras paralelamente existen padres que se desentienden del cuidado y suelen ser los primeros en reaccionar contra las autoridades cuando se produce un hecho lamentable.
La norma legal aprobada días pasados bajo la denominación de "Regreso seguro" fue presentada en mayo y aprobada en un trámite rápido para lo que son las discusiones parlamentarias.
Contempla la utilización de micros para el transporte en horas nocturnas a fin de que puedan ser utilizados por aquellos que no se encuentren en condiciones de conducir por su estado alcohólico, y es extensiva para los acompañantes que no deseen volver con una persona que haya ingerido más alcohol que el aceptado o bien que no se encuentren con otro medio de movilidad para volver al Centro.
Los autores de la iniciativa señalaron que la idea tuvo un consenso importante entre los diversos actores; como por ejemplo los dueños de los boliches, la dirección de la Juventud, los ministerios de Salud y de Transporte y la agencia de
Seguridad Vial, entre otros. También resulta interesante que el pasaje pueda ser abonado con la Red Bus y que ya se hayan fijado los recorridos que comprenden diversas calles del radio céntrico y su destino final en la Terminal de Omnibus, por lo que pueden ser utilizados por chicos de los diferentes departamentos.
Si bien no la rechazan, los padres preventores consideran que la ley es un parche más y que la solución definitiva es la de la aprobación de una reforma de la ley de tránsito. Pueden tener razón en su planteo, pero no es menos cierto que todo lo que se haga a favor de cuidar a los chicos a la salida de los locales bailables debe ser bienvenido, como sucede con el "regreso seguro", sin dejar de lado iniciativas anteriores, como los controles de ruta o los videos, que también resultan eficientes.
