Entre el estudio, el trabajo, las tareas de la casa y el cuidado de los hijos una mujer tiene una idea, un proyecto. La mayoría de las veces la iniciativa queda tapada por las obligaciones hasta que, por necesidad y perseverancia, se concreta un emprendimiento.
Los recorridos hasta llegar a ser una emprendedora están signados por las experiencias personales, pero todas las mujeres coinciden en que es casi imposibles concretarlos y mantenerlos si no hay lazos que los sostengan.
Según el registro de la Dirección de Economía Social y Asociatividad en Mendoza hay 2.525 mujeres emprendedoras. "Representan el 62% de las unidades productivas de la economía social", indicó la directora Lorena Meschini.
Gran parte de las mujeres llegan derivadas de la Dirección de Género para encontrar asistencia para organizar sus proyectos y lograr un ingreso económico para sus familias.
También hay organizaciones civiles y comunidades que surgen ante la necesidad de fortalecer las redes de empoderamiento de las emprendedoras en un ambiente en el que se han ido ganando espacio en el mundo empresarial.
La organización responde a una serie de barreras a las que las mujeres se enfrentan por el solo hecho de ser mujer. "Hay obstáculos culturales como el machismo, los estereotipos sociales y las barreras internas. También hay dificultades para acceder a los recursos económicos porque las entidades financieras no reaccionan igual si el emprendimiento está liderado por una mujer, es un ejemplo del llamado techo de cristal que está basado en prejuicios culturales muy arraigados", explicó la presidenta de
Adamas, Ana Rusticcini que de forma independiente se dedica a las relaciones institucionales, eventos y capacitaciones.
A estas limitaciones se suman la falta de tiempo por la dedicación a las tareas del hogar o el cuidado de los hijos. Las emprendedoras aconsejan a las mujeres que están pensando en trabajar de forma independiente armar un plan de negocios, conectarse con otras, crear una red de contactos, realizar capacitaciones y validar sus productos o servicios.
"No hay que olvidarse de la pasión que es el gran motor. Pero por sobre todo tenemos que creer que es posible. Está comprobado que la inseguridad de las mujeres sobre sus propias capacidades es uno de los mayores impedimentos a la hora de poner en marcha un proyecto", explicó Rusticcini.
Las historias
Emilce Lingua (35) empezó su proyecto en 2013 durante el cursado de un diplomado. Después ingresó al programa de mentoreo de Talentia y su guía la ayudó a resolver los puntos débiles de su idea.
Actualmente comercializa productos de cosmética natural a base de aceite de oliva y aceite de pepitas de malbec. Tiene líneas de emulsiones, jabones y cremas.
En 2015, empezó a vender sus productos en las bodegas, olivícolas, hoteles y vinotecas. También participa de ferias y exposiciones. Este año estuvo en el stand de Mendoza de la ExpoRural. Además, se asoció con dos emprendedoras y montaron una cava para brindar servicios especiales para turistas. Como objetivo en los próximos meses quiere exportar sus productos.
"Cuando empezás un emprendimiento y estás sola cuesta mucho. Hay cosas que una no sabe y con ayuda de una persona más capacitada se puede llevar a cabo mejor y aprender", dijo Emilce.
Por su parte, la diseñadora Alejandra Gómez Quiroga (41) explora con su emprendimiento PlastLAB la unión de su profesión con la sustentabilidad y el reciclaje.
"Trabajo en un laboratorio de diseño de residuos plásticos. Tenemos prototipos de objetos con plásticos y lonas como materas, bolsas de compras, fundas para proteger trajes, bolsas para transpotar vinos, bolsas fundidas y pintorcitos", dijo la diseñadora y mamá de dos hijas.
"En los momentos de duda, en la comunidad encontré un sostén que me da ánimo y me ayuda a tener una visión más allá. Además hay trabajos que surgen de las recomendaciones del grupo", añadió.
En tanto, Lucía Madrid llegó a montar su emprendimiento de uniformes escolares por necesidad ya que hace 6 años se separó y necesitaba un ingreso económico para ella y su hija. "Fue un camino duro y difícil porque no tenía financiamiento ya que no tenía trabajo estable. Vendía una remera y ahorraba ese dinero para comprar y hacer dos remeras", recordó la diseñadora en indumentaria.
Actualmente, por cuestiones personales, cerró el taller pero hace consultorías para emprendedores textiles.
"Después de hacer mucho tiempo diseño de ropa, uniformes, de tener un local a la calle, mucha experiencia de ventas, contacto con padres y colegios me di cuenta que tenía mucha información valiosa que la podía compartir con otras personas que tenían los mismos conflictos que yo había tenido", explicó Madrid.
Adamas
Adamas es una asociación civil sin fines de lucro de mujeres emprendedoras que trabaja para el empoderamiento económico de la mujer. Todas las integrantes de la comunidad trabajan de manera colaborativa para promover y visibilizar el emprendimiento femenino.
"Empezó a gestarse en el 2017 luego de que un grupo de mujeres se nuclearon localmente a colaborar con Talentia, Comunidad online de Mujeres Líderes de latinoamérica", explicó la presidenta, Ana Rusticcini.
Son 150 mujeres de distintos sectores y nivel de desarrollo de emprendimientos que trabajan en distintos programas, proyectos, capacitaciones y espacios de networking.
Además del trabajo colaborativo buscan generar alianzas con instituciones y organismos públicos y privados.
Este mes lanzaron el programa de mentoreo "Juntas a la par" que tiene como objetivo ayudar a diez emprendedoras a potenciar sus proyectos acompañadas cada una de una mentora.
Las emprendedoras se reúnen todos los primeros jueves de mes y las interesadas pueden contactarse a través de las redes sociales con el usuario @Adamascomunidad o al correo electrónico adamascomunidad@gmail.com
Encuentros y organizaciones
En los últimos años en Mendoza han nacido distintas organizaciones y encuentros que tienen como centro a las mujeres emprendedoras.
El año pasado, la Legislatura fue escenario de la primera edición de WED -Woman Entrepreneurship Day Mendoza. Allí las emprendedoras se reunieron para compartir sus experiencias.
En marzo de este año, la Municipalidad de Capital organizó encuentros para trabajar la construcción del perfil de la emprendedora, la organización de planes de negocios.
También se hicieron talleres de cálculo de costos y precio, y herramientas básicas de Marketing digital para publicitar los productos.
Por su parte, el Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía lanzó el Centro de Desarrollo Económico de la Mujer (Cedem Mendoza) para acceder a asesoramiento en la formulación de políticas públicas con perspectiva de género, capacitación en habilidades para el desarrollo económico.
En el sector del turismo las mujeres también se organizaron en la Asociación de Ejecutivas y Empresarias del Turismo de Mendoza (Aseet Mendoza).