El mendocino Ricardo Horacio Dillon, el Cogote para el mundo del fútbol, viene de conseguir un gran éxito en el fútbol ecuatoriano adónde llegó a mitad de año para dirigir al Olmedo de ese país. El club, que en el 2019 festejará su centenario, estaba en ese momento en el noveno puesto de la tabla de posiciones de la Primera B ecuatoriana y terminó consiguiendo el ansiado ascenso al círculo máximo.
"Imaginate cómo está la gente conmigo. Hacía ocho años que el club, que ha jugado Libertadores y Sudamericana, no podía ascender. Cuando llegué estaba muy lejos de los puestos de clasificación, pero hicimos un campañón consiguiendo el 64 por ciento de los puntos y 22 de los últimos 24 en juego. Lo importante es poder demostrar la capacidad de uno. Estuvo a punto de ir a dirigir a Chile, pero no se había dado y salió esto y ni lo dudé", cuenta el hombre que surgió como jugador en el Atlético Argentino y tras una dilatada trayectoria com jugador en donde brilló en San Martín, Godoy Cruz, Gimnasia en la provincia se radicó en San Juan donde se lanzó a la dirección técnica. Previamente, el Cogote había jugado en San Martín de San Juan, Atlético de la Juventud Alianza en esa provincia.
Claro que también tuvo algunas experiencias en la provincia como técnico en Luján, Gimnasia e Independiente.
Su llegada a Riobamba se dio por recomendación de Sebastián López, un chileno ex compañero suyo. Una particularidad del Olmedo es que tiene una presidenta, Mayra Argüello, quien es ingeniera y dueña de varias estaciones de servicios.
Sobre su vida cómo es su vida en Ecuador nos contó que "tenemos altura (2.5000 metros), pero no es Quito y la verdad que uno está acostumbrado porque viene de Cuyo, donde tenemos altura. El clima es complicado porque hace mucho calor durante el día al punto que tenés que estar todo el tiempo con protector solar, pero en la tarde baja el sol y el frío es duro", cuenta Ricardo quien con este ya suma cuatro ascensos en su carrera.
Un dato que pocos recuerdan de su carrera como jugador es que en 1986, cuando Racing jugó en la Liga Mendocina como Atlético Argentino, el técnico Rogelio Domínguez se lo llevó a prueba a Buenos Aires.
Los Andes lo bautizó en algún momento como el "Platini cuyano" por su característica de juego y hoy dirige la escuela de técnico de San Juan, ciudad en la es muy querido. "Un crack", dice de él Gustavo Pinto, reconocido hincha del Boli.
Sobre su futuro, asegura que: "tengo poco tiempo para descansar, porque en enero ya empezamos con la pretemporada. Fue mi primera experiencia en el exterior y ratifique que uno está preparado para dirigir en cualquier lado, me ha tocado salvar categorías, todo eso sirvió de experiencia", reafirma quien estuvo estos cinco meses lejos de su familia, la que se quedó en San Juan.
El Cogote cuenta que sólo llevó a dos jugadores argentinos el santiagueño Ángel Viotti y al sanjuanino Fernando Paz. Viotti le agradeció la oportunidad en una nota que dio en las últimas horas a un medio de Santiago, lo mismo que el chileno Carlos Soza que aseguró que "el mayor mérito fue el grupo humano que armó el cuerpo técnico del profesor Dillon".
Ricardo Horacio Dillon, otro mendocino que no es profeta en su tierra ("pensar que en Independiente saqué el 58 % de los puntos e igual me tuve que ir", dice), pero sigue abriendo puertas para el fútbol local y eso es lo importante.
