Largar todo y conocer el mundo, una idea que seguramente ha desvelado a más de uno pero pocos han concretado. Joel Lichtestein (29) y Maga Maffrand (24) lo hicieron y lograron unir su Córdoba natal con Alaska a bordo de una combi Volkswagen modelo 84.
Sin embargo, trabas burocráticas aportan lo negativo en el balance del viaje soñado: casi tres años en las rutas, más de 40 mil de kilómetros recorridos, anécdotas invaluables, amigos dispersos por el continente y "La Gurrumina" (como llaman a la combi) retenida en el puerto seco de Mendoza.
"La camioneta fue retenida en Mendoza porque estuvo más de seis meses afuera de Argentina", detalló a Los Andes Joel, mientras intentaba recuperar su vehículo retenido en el Puerto Seco de calle Independencia, en Godoy Cruz.
“Cuando ocurre esto (sacar un vehículo más de 6 meses) al regresar al país hay que pagar una multa que es del 30% del valor total del rodado”, explicó el cordobés.
“No es que nosotros no la queramos pagar, ese porcentaje no es mucho dinero teniendo en cuenta el modelo de la camioneta, el problema es que nadie nos da una solución concreta”, se quejó, aunque reconoció “la buena onda de los trabajadores mendocinos”.
Joel y Maga partieron desde Río Cuarto el 24 de febrero de 2014 con un objetivo claro pero sin restricciones en el medio: unir su provincia con Alaska, el estado más al norte de América.
Tras 2 años y 8 meses rodando por 15 países llegaron al extremo norte del continente. Para ese entonces ya no eran dos, eran tres: Joel, Maga y La Gurrumina.
"Es nuestra casa", aseguran.
Luego de que llegaran al gélido estado norteamericano, la pareja cordobesa bajó hasta Toronto, Canadá. Allí, conocieron a una familia mendocina que seguía su viaje por las redes.
Esta familia, contó Joel, les facilitó el contacto de una persona que regresaba al país y había dispuesto contratar un contenedor para traer sus pertenencias. “Inmediatamente acordamos compartir gastos y despachamos a la Gurrumina desde Canadá y nosotros regresamos en avión”.
El contenedor demoró dos meses en llegar a suelo cuyano. Durante ese tiempo y mientras la Gurrumina viajaba en un enorme "cajón de lata", los aventureros dividieron los 60 días entre el país del norte y el ansiado regreso a la Argentina más el esperado abrazo con familiares y amigos.
"Llegamos a Mendoza para recuperar nuestra casa. Nosotros largamos todo para viajar y esta camioneta hoy es nuestro hogar", reclamó Joel mientras Maga le refrescaba algunos datos y fechas.
Los cordobeses están desorientados: "En Mendoza nos han tratado muy bien, están intentando solucionar el problema pero nos dicen que ellos no pueden hacer nada porque salimos por Jujuy y desde esa provincia tienen autorizar el pago de la multa".
“En Jujuy no nos atiende nadie por la feria jusicial. No podemos esperar un mes o más para que nos dejen ir con la camioneta”, agregó.
Hoy, la Gurrumina sigue “presa” y la billetera de la pareja comienza a adelgazar: “Además de la multa, nos cobran unos 100 pesos por día por ocupar el depósito y nosotros tenemos que pagar hospedaje y comida”.
La pareja viajera, luego de recuperar su querida combi, se debate entre volver a Córdoba a "buscar trabajo y alquiler o seguir viajando". Aunque dejaron entrever que la segunda opción será la ganadora.