Políticamente aislado quedó el massismo en su propuesta de convocar a una consulta popular para impedir que las reformas al Código Penal consensuadas por el oficialismo y el resto de la oposición, sean enviadas este año al Congreso para su tratamiento.
El rechazo a una consulta impulsada por el diputado y jefe del Frente Renovador (FR), Sergio Massa, fue hecho explícito las últimas horas por el radical Ricardo Gil Lavedra, la socialista María Elena Barbagelata y el macrista Federico Pinedo.
Los tres representaron a la oposición en la comisión que también integró el peronista ex miembro del tribunal del juicio a la dictadura y ex ministro de Justicia León Arslanian y que, presidida por el ministro de la Corte, Eugenio Zaffaroni, consensuó la propuesta de cambios.
Aunque en términos distintos, y pese a sus diferentes posicionamientos ideológicos, Gil Lavedra, Barbagelata y Pinedo coincidieron en rechazar de plano la propuesta del FR por considerarla políticamente oportunista y en reclamar al massismo que debata las reformas en el ámbito institucional del Poder Legislativo.
"Es un clásico: cuando se tocan aspectos del Código Penal, aparecen los oportunismos demagógicos", dijo el ex jefe de los diputados radicales y ex juez Gil Lavedra, consultado por Los Andes, al rechazar la iniciativa que hizo pública Massa vía Twitter apenas finalizado el discurso con el que el sábado pasado la presidenta Cristina Fernández inauguró las sesiones ordinarias y en el que anunció que este año enviará el proyecto de ley sobre las reformas al Código Penal.
La propuesta de reformas es aún un anteproyecto, producto de los consensos alcanzados por la comisión que preside Zaffaroni y que Gil Lavedra, Barbagelata, Pinedo y Arslanian integraron propuestos por sus respectivos partidos políticos que, después de 21 meses de trabajo, entregaron a la Presidenta el 13 de febrero pasado.
Después de hacer esta consideración, Gil Lavedra replicó a las críticas del massismo al borrador: "Selecciona partes aisladas (de las reformas) tratando de hacer creer a la gente que la inseguridad depende de la mayor dureza que tenga el Código, cuando en realidad depende de la capacidad de aprehender de las fuerzas de seguridad y de los jueces aplicar las normas. Eso es pura demagogia punitiva".
No menos rotunda en el mismo sentido de rechazo a la propuesta massista fue Barbagelata, también consultada por este diario. "Es demagogia, es una chicana político electoral", dijo la ex diputada socialista, integrante de la comisión por decisión del líder de ese sector, Hermes Binner. "Lo único que cabe hacer es sentarse a debatir seriamente en el Congreso", apuntó.
Tras subrayar que el mecanismo adoptado para elaborar las propuestas fue el mismo (comisión con representación política oficialista y opositora, debate en el Congreso) que permitió los últimos cambios al Código Penal, hace 93 años (en 1921), Barbagelata dijo que el anteproyecto tiene "un 95 por ciento de consenso" sobre los cambios y negó que incluya "una baja de penas; hay 79 delitos nuevos y 140 en los que se aumentan los mínimos de la condena".
Pese a su cercanía político-ideológica con el massismo, el macrista Pinedo, por su parte, consideró "poco inteligente" la campaña del FR para recolectar firmas a fin de convocar a una consulta popular. "En lugar de oponerse, hay que ponerse a trabajar y sancionar buenas leyes, no rechazar una reforma porque sí. No se puede votar en contra de cualquier cosa".