La historia de Cacheuta ha estado marcada, a lo largo del tiempo, por abandonos, desaciertos y falta de planificación. Más la fuerza de la naturaleza que apagó una época dorada en la década del 30.
Primero con el aluvión de 1934 que se llevó el imponente hotel termas, luego con el cierre del ferrocarril y más recientemente por la interrupción de la ruta por la construcción del dique Potrerillos. Sin dejar de recordar que en la misma época se desmoronó el túnel Nº 1, antes de llegar al pueblo, que nos tuvo algunos días encerrados en Cacheuta, sin posibilidad de pasar hacia Potrerillos (se había comenzado con las explosiones para la construcción), o bajar a la ciudad.
A todo sobrevivió Cacheuta, poniendo a prueba la imaginación y capacidad de resistir de sus habitantes. En todos los casos nos levantamos e hicimos algo bueno con lo que nos quedaba. Esto último también es parte de nuestra historia.
Hoy después de tanto tiempo la zona volvió a conectarnos con Potrerillos, conformando un circuito turístico con chances de crecer. En esto fue de vital importancia la apertura del túnel Cacheuta -Potrerillos. Esto nos hizo visibles, nos dio esperanzas. Esta obra saldó una deuda que el Estado provincial tenía con los habitantes de Cacheuta y Potrerillos, con los mendocinos. Me pregunto ahora por qué pagar por lo que ya es nuestro.
El cobro de un peaje no hace otra cosa que empañar este logro. Corremos riesgo de no ser elegidos como circuito turístico, por el tránsito desbordado en algunos horarios y por el costo que implicaría cruzar el túnel, cuando se accede a la montaña mendocina.
Cuando por fin lo que era un problema, se convirtió en una oportunidad, aparece un nuevo palo en la rueda. Nos encontramos con la necesidad de que los visitantes opten por este corredor para acceder al dique y a Potrerillos.
Opino que el cobro de este peaje es meramente recaudatorio y no tiene como objetivo el mantenimiento de alguna obra. Es verdad que en muchas provincias con circuitos turísticos se cobran peajes, pero es siempre con la finalidad de mejorar, mantener y desarrollar la infraestructura de caminos. Tenemos una ruta provincial 82, destrozada, llena de baches, sin banquinas adecuadas, que quedó obsoleta frente a la gran demanda de tránsito actual. Sería mucho mejor para todos que se repare de una vez este camino tan visitado. Quizás y sólo entonces se podría pretender el cobro de un peaje por el mantenimiento de varios kilómetros de obra vial. Y no esta intención actual de percibir un pago por el uso de unos metros de túnel, que debió estar terminado hace años.
Por otro lado y no menos importante, está la realidad de que quienes vivimos o trabajamos en la zona, usamos ese paso cotidianamente y en tal caso representaría un gasto mensual excesivo e injusto, para quienes hemos esperado tanto tiempo la conexión con Potrerillos y el corredor internacional.
