La vida de una universidad pública mucho tiene que ver con lo que pasa en la provincia o el país. En ella se reflejan los sucesos sociales y también los políticos.
Más, si se trata de las "grandes", como lo es la Universidad Nacional de Cuyo, con una población de más 50 mil almas -mayor incluso que varios municipios- que desde el próximo año se transformarán en 50 mil votos para elegir rector y vicerrector, entre otras autoridades.
En ese sentido, que se esté gestando un movimiento político no es novedad. Pero que ese nuevo espacio se presente como la proyección universitaria de lo que es el cobismo en la sociedad, con la impronta, marcada por el propio Julio Cobos, de generar una alternativa que reúna a distintas fuerzas en un "espacio socialdemócrata", sí llama la atención.
Eso es lo que está ocurriendo en la UNCuyo con la conformación de un "interclaustro", integrado por docentes, personal de apoyo (no docentes), alumnos y graduados de centroizquierda que reúne a radicales, socialistas y de Libres del Sur, entre otras tendencias.
No son novatos. Hay entre ellos referentes de la política académica de los últimos veinte años, docentes radicales e izquierdistas con experiencia en gestión, estudiantes de agrupaciones consolidadas como la Franja Morada o el Movimiento Nacional Reformista (MNR), además de egresados y no docentes que han participado y participan del gobierno cuatripartito universitario.
Trabajan "desde hace más de un año" en esa integración y el próximo jueves harán su presentación en sociedad con una conferencia sobre "la Universidad Plural y Reformista" a la que han invitado a políticos y académicos de fuste como el mismo Cobos, autoridades de los partidos que avalan la apuesta y referentes universitarios de San Luis, Mar del Plata y Buenos Aires, entre otros.
Interclaustro plural reformista
Algunos integrantes del movimiento conducen facultades, otros participan del gobierno universitario como consejeros directivos, superiores o funcionarios. Y todos apuntan a fortalecer el espacio llamado "interclaustro para una Universidad plural y reformista".
El nombre apunta precisamente a la integración, no sólo de claustros, sino también conceptual. "La pluralidad es un concepto superador de la vida en democracia", dicen. "Levantamos la bandera de la Reforma Universitaria de 1918", añaden.
Pero más allá de los conceptos, también contemplan la acción política, sobre todo si se tiene en cuenta que en 2014, la UNCuyo, por primera vez, elegirá autoridades con voto directo. "Buscamos concretar en la Universidad un ámbito socialdemócrata", destacó Julio Daher, egresado de la facultad de Artes.
"Nadie habla de candidaturas aún, pero seguramente en el futuro así será. Por ahora apuntamos a consolidar el espacio", indicó Rubén Villatoro, representante de los no docentes.
Así, todos marcan la amalgama "de lo académico con lo político", y por eso al acto del jueves también han invitado a dirigentes partidarios que avalan la incursión. "Es interesante que se dé una construcción colectiva política, pero que también apunte a la excelencia académica", resaltó Alfredo Cornejo, presidente de la UCR mendocina.
"Es rescatable que sea un espacio de centro izquierda que refleje al cobismo pero que también lo exceda, dejando el espacio a otras expresiones, sobre todo teniendo en cuenta el marco electoral que se viene", señaló Ernesto Mancinelli, referente de Libres del Sur.
"Es importante el espacio, sobre todo para la elección directa", adujo el estudiante Santiago Pron del MNR, brazo universitario del Partido Socialista, fuerza que en el país, más allá de lo ocurrido en la última elección en Mendoza, se esmera en afianzar una política aliancista con el radicalismo, Libres del Sur, el ARI y el GEN, razón suficiente para celebrar el advenimiento del "interclaustro".
Nuevo escenario
La política de alianzas no es novedosa en la UNCuyo. Casi desde el momento de su normalización, hace más de 25 años, justicialistas y radicales se han intercalado en la conducción del rectorado, muchas veces gracias a acuerdos.
De hecho, la actual gestión es el fruto de un frente común progresista que reunió a universitarios identificados con esas extracciones partidarias, entre otras.
En 2002 se eligió rectora a María Victoria Gómez de Erice, identificada con el radicalismo. Su vice fue el actual rector, Arturo Somoza, vinculado al justicialismo, con claro viraje al kirchnerismo a medida que este movimiento fue creciendo, incluso en la Universidad.
En las sucesivas gestiones esa alianza persistió. Gómez de Erice y Somoza fueron reelegidos en 2005 y en 2008 éste llegó al rectorado, acompañado por el radical Gustavo Kent, fórmula reelegida en 2011, siempre con el plafón aliancista.
Incluso el viernes pasado, cuando la Asamblea Universitaria votó el nuevo régimen electoral que estará vigente desde el año que viene y que permitirá a todos los claustros votar de forma directa (aunque con voto ponderado según la representatividad de cada claustro), los integrantes del espacio progresista se mostraron juntos.
Sin embargo, desde hace un tiempo las relaciones no son las mismas. Pocos lo dicen abiertamente, pero hay quien opina que el kirchnerismo universitario "se está cortando solo".
La percepción es que luego de la muerte de Kent, ocurrida en octubre de 2011, el frente comenzó a sufrir grietas.
Para muchos, Kent era el "moderador" de una relación plagada de roces, pero persistente. Y también era "el candidato natural" a conducir la Universidad cuando Somoza finalizara este mandato (no puede ser reelecto). Y tras su desaparición física, el vínculo (y la gestión) "perdió su equilibrio".
Tal vez ahí resida la razón del interclaustro. "Nosotros estamos abiertos a cualquiera que quiera acompañarnos", aseguran sus integrantes, pero está claro que lo que buscan es liderar con mayor apertura, una nueva etapa.
"Ahora nos toca conducir la Universidad", dicen por lo bajo algunos de sus miembros, atendiendo a la interpolación que venían respetando en la alianza progresista.
Tal vez por eso se lancen ahora "sin pensar en candidaturas", pero, sin dudas, analizando el nuevo y tentador escenario político que tiene la Universidad Nacional de Cuyo.