Los favoritos Hillary Clinton (demócrata) y Donald Trump (republicano) buscan dar un golpe de autoridad en las primarias presidenciales de sus respectivas fuerzas mañana en Nueva York, donde los candidatos multiplicaron el domingo sus actos de campaña.
Nueva York es el segundo estado del país en número de delegados, y de ahí su importancia, en particular para el adversario de Clinton, Bernie Sanders, que quiere mantener las esperanzas luego de haber ganado siete de las últimas ocho primarias.
Según los sondeos difundidos, Clinton tiene una ventaja de dos dígitos sobre el senador por Vermont para los comicios del 19 de abril: 53% contra 40% según la universidad de Quinnipiac, y 50% contra 37% para NY1 Baruch.
De su lado, entre los republicanos, esos sondeos dicen que Trump suma entre 55% y 60% de la intención de voto, contra 20% y 17% del gobernador de Ohio, John Kasich, y 19% y 14% del senador ultraconservador de Texas, Ted Cruz.
El carácter crucial de las primarias neoyorquinas quedó demostrado este domingo con la avalancha de actividades de los candidatos, que multiplicaron sus esfuerzos sobre todo en la ciudad de Nueva York, la más grande de Estados Unidos.
El magnate Trump, de 69 años y que hizo su fortuna sobre todo a nivel inmobiliario en la Gran Manzana, comenzó su actividad proselitista por la mañana en Staten Island y por la tarde viajó al norte del estado.
“Las encuestas son tan buenas. Realmente me quiero centrar en áreas en la que la gente me conoce pero no tan bien”, afirmó el empresario al ser consultado sobre la razón por la cual no había hecho más campaña en el centro de la ciudad de Nueva York.
De su lado, Clinton (68 años), ex secretaria de Estado y ex senadora por Nueva York, se presentó en los cuatro distritos más poblados de la ciudad: Bronx, Brooklyn, Manhattan y Queens.
"Necesito que ustedes y todos los que me conocen salgan a votar el martes", dijo Hillary en un acto en el barrio de mayoría afroestadounidense de Bedford Stuyvesant, en Brooklyn.
Por su parte, Bernie Sanders, el autodenominado “socialista democrático” de 74 años y oriundo de Brooklyn, celebró un acto por la tarde en el gran parque de ese barrio, Prospect Park. “Vamos a cambiar el status quo”, dijo Sanders, recordando que “solía venir a este parque con mi familia”, pero que nunca había hablado “ante 20.000 personas”.
Si la diferencia que le lleva Clinton parece difícil de descontar, sus seguidores todavía creen que un triunfo es posible.