Por donde se miren, las consecuencias del Covid-19 están siendo y serán muy difíciles de afrontar, incluso para el sistema de salud. Con sólo 30% de ocupación de camas en clínicas, sanatorios y hospitales privados, ya sufren la caída estrepitosa de las prestaciones.
El sistema sanitario de Mendoza cuenta hoy, según datos del Ministerio de Salud, con 3.806 camas para internación. Cerca de 1.200 están en el sector privado, según las cifras de la Asociación de Clínicas y Sanatorios (Aclisa). La entidad asegura que menos de 400 son las que están ocupadas entre los 40 establecimientos que hay en toda la provincia.
Uno de los principales ingresos de estas instituciones viene de las cirugías programadas y las prestaciones de tipo ambulatorias, como controles, estudios de rutina y consultas con profesionales. Entre las suspensiones por la normativa gubernamental y la casi nula concurrencia de la gente por el temor al contagio, las arcas de estos efectores han tenido una merma notoria.
"No hay ni accidentes, viales o de deportes", dice José Luis Sánchez Rivas, titular de Aclisa. Agrega que "las clínicas están trabajando a un 30%, no más que eso, el resto está vacío" y advierte que "el mes que viene, los sueldos de mayo que se pagan en junio, no vamos a tener con qué pagarlos. La cosa es caótica".
Por eso ya iniciaron tratativas con el Ministerio de Salud provincial, para tratar de levantar la restricción en algunas prestaciones. "Estamos hablando para ver si en esta etapa, en donde no hay circulación viral, puede haber cirugías reprogramadas", indicó Sánchez Rivas.
El Hospital Español, segundo en cantidad de casos de Covid-19 bajo su supervisión, está con modificaciones edilicias para reflotar las prestaciones ambulatorias que incluyen un ingreso independiente al laboratorio de análisis clínicos (por calle San Martín) y a lo que es diagnóstico por imágenes (por calle Juan de Garay).
Walter Vázquez, su director médico, explicó que estas inversiones son necesarias para que las personas puedan realizarse estudios sin tener que ingresar al hospital, por el temor al contagio del virus.
"El hospital está al 35% de ocupación de camas, pero el porcentaje de ingreso no es que bajó un 65%, sino mucho más porque en realidad lo que moviliza gran parte de la institución es lo ambulatorio, y esto ha desaparecido virtualmente del hospital", se lamentó el ejecutivo. Y en el detalle incluyó desde análisis de sangre hasta tomografías de las más complejas, pasando por ecografías, radiografías, controles de rutina y consultas.
De los 79 casos de coronavirus confirmados (hasta el viernes) en Mendoza, 25 fueron –o están siendo- atendidos por el sistema de salud privado, indicaron desde Aclisa. Los restantes reciben atención en hospitales públicos o administrados por la OSEP.
En cuanto al sistema público, Los Andes consultó al Ministerio de Salud sobre el nivel de ocupación de camas en nosocomios estatales, pero se limitaron a indicar que "esos datos los tiene cada hospital". Ante la consulta de este medio a Marcelo Salvatore, director de Hospitales de la Provincia, no hubo respuesta.
Pedido de salvataje
Sánchez Rivas, quien también preside la Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales (Confeclisa), cuestionó duramente el criterio utilizado por el Gobierno nacional para determinar qué empresas pueden acceder al Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción y recibir una ayuda en lo que refiere a pago de sueldos y aportes patronales.
"Lo que más necesitamos es a las clínicas. El Estado nacional al que menos está asistiendo, es a las clínicas. Nos tienen que evaluar por la cantidad de pacientes que tenemos internados, cantidad de cirugías que hicimos, cantidad de altas que dimos, cantidad de radiografías, cantidad de tomografías. Hay servicios de imágenes que están trabajando a un 15% como mucho", expresó.
Para marcar las particularidades del sistema de salud, el directivo indicó por qué no se nota aún la baja de la facturación interanual. "Se facturan en marzo las prestaciones hechas e n enero o febrero, es decir a 30 o a 60 días. Hacés la factura cuando te van a hacer el pago, no cuando se hace la prestación".
"La caída del período es la misma que el 2019 porque corresponde a lo hecho en enero y febrero. No se refleja que no tengo pacientes. No sólo por las cirugías programadas, sino porque la gente no quiere ir al médico, ni al sanatorio. Las clínicas hoy están cobrando lo que facturaron en enero y febrero, pero el mes que viene no lo vamos a tener a eso porque desde marzo que tenemos muy poca actividad".
Vázquez precisó que además, los costos que afrontan son muy altos ante una sustentabilidad muy afectada en el Hospital Español, en donde las consultas bajan y sube la llamada "inflación médica", que son los costos del material de protección de cada profesional. "Esos costos han subido incalculablemente en una maniobra totalmente especulativa. Creo que la crisis de salud en la que vamos a entrar va a dejar varios heridos graves. Esto no es coyuntural, sino estructural", cerró el directivo.
