Y aunque su tratamiento ha avanzado enormemente, los enfermos aún tienen que enfrentarse a una serie de síntomas y efectos secundarios causados tanto por la enfermedad como por su tratamiento. Según las estadísticas, 1 de cada 3 enfermos de VIH/SIDA de América del Norte confía en el cannabis para aliviar síntomas como náuseas, vómitos, dolores, etc. Pero, ¿es aconsejable?. ¿Es el cannabis eficaz para el tratamiento del VIH/SIDA?.
¿Qué es el VIH/SIDA?
VIH significa virus de inmunodeficiencia humana. Si se deja sin tratamiento, el VIH puede conducir al SIDA, o síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Este virus ataca en forma específica a las células CD4, un tipo de glóbulos blancos encargados de combatir las infecciones, y hace que el enfermo sea más susceptible a una gran variedad de infecciones/enfermedades. Si no se trata, el enfermo podría entrar en la fase final del virus de la inmunodeficiencia humana, más conocido como SIDA. Un adulto sano tiene un recuento de células CD4 de entre 500 y 1600 por mm³ de sangre. Un enfermo padece de SIDA una vez que su recuento baja de los 200 por mm³, momento en el que se vuelve vulnerable a las infecciones.
En la actualidad, no existe cura para el VIH/SIDA. Sin embargo, gracias a la innovación de la industria médica, se puede controlar por medio de medicamentos especiales (antiretrovirales), cuyo objetivo es impedir que las células del virus se multipliquen y propaguen. Hoy en día, los enfermos de VIH que siguen en forma activa y correcta un tratamiento son capaces de controlar el virus y llevar sus vidas laboral y social como las demás personas que no están infectadas.
Debemos entender que el cannabis no puede curar ni tratar el VIH/SIDA. Pero ayuda a gestionar algunos de los síntomas de esta enfermedad y los efectos adversos de su tratamiento. Hay muchas pruebas de que los compuestos activos de esta planta proporcionan un alivio eficaz de algunos de los síntomas, en especial las náuseas, los vómitos y el dolor. Tanto las náuseas como los vómitos son síntomas que son difíciles de tratar a largo plazo, lo que hace más difícil que los pacientes coman o tengan hambre. Esto puede conducir a la pérdida de apetito y, en casos graves, a la pérdida de peso y el desgaste muscular (ambos observados en enfermos de VIH/SIDA).
Las pruebas obtenidas en ensayos clínicos indican que los cannabioides del cannabis tienen efectos antieméticos que ayudan a reducir las náuseas, a la vez que estimulan el apetito. Estos efectos se pueden lograr incluso con pequeñas dosis de cannabis (THC como el CBD poseen estos efectos antieméticos).
Las personas con VIH/SIDA suelen sufrir dolores musculares o neuropáticos, ya sea por la enfermedad o como consecuencia del tratamiento. Existen abundantes pruebas que demuestran que la marihuana también puede ayudar con esto.
En la Clínica del Cannabis de Mendoza hemos podido comprobar que en la comunidad de personas con VIH el tratamiento a base de cannabis no sólo redujo la intensidad del dolor y mejoró la calidad de vida en general, sino que también les ayudó a abandonar los medicamentos opiáceos, conocidos por desarrollar tolerancia, causar adicción y producir una gran variedad de efectos secundarios. Hay muchas investigaciones que demuestran que el cannabis es un analgésico efectivo para el tratamiento del dolor crónico. En Argentina, la ley 27.350 prevé la investigación y en algunas provincias están aprobando leyes que cubren muchas patologías, inclusive el VIH.