Hace casi exactamente un año atrás, "Fear The Walking Dead" estrenaba simultáneamente en todo el mundo: 10,1 millones de espectadores le pusieron sus fichas, encendieron el televisor y la catapultaron al primer lugar de las series más vistas en la tevé por cable de Estados Unidos.
Y cuando esta noche, a las 22, AMC ponga en las pantallas de todo el mundo la segunda mitad de la segunda temporada, las cosas no van a ser muy diferentes: "Tenemos una audiencia muy fuerte", asegura Cliff Curtis desde el otro lado del teléfono.
Y Cliff sabe de lo que habla, porque es nada más ni nada menos que el protagonista: Travis Manawa.
En esta precuela de "The Walking Dead", interpreta a un profesor de escuela secundaria, divorciado, que tiene un hijo adolescente (con el que está distanciado), que ha establecido una nueva relación con Madison Clark y que, a lo largo de la primera temporada, es la fuerza unificadora y espiritual de las familias, desconcertadas por la nueva era que se avecina.
Una de las críticas que recibió la serie fue su lento desarrollo. Es que, para hacer más verosímil ese mundo pre-apocalíptico, donde nadie sabe todavía bien qué es lo que está pasando, los guionistas optaron por una narrativa pausada y atenta a la evolución de los protagonistas ante el peligro antes que el sensacionalismo de su serie hermana, donde todo gira entorno a la lucha con manadas de zombies.
-¿Por qué pensás que los fans se decepcionan cuando la comparan con "The walking dead"?
-En realidad mantenemos una audiencia muy fuerte. Creo que somos muy exitosos en eso y que hemos desarrollado una nueva "fanbase" a la que le gusta el ritmo de esta serie.
-La comparación existe...
-Una de las cosas mas difíciles de hacer FTWD es que íbamos a estar constantemente compitiendo con la otra serie. Pero yo creo que no queremos competir: ellos están seis o siete años en el apocalipsis y nosotros recién en el comienzo, por lo que son tiempos diferentes, escenarios diferentes.
-¿Crees que es lenta?
-Creo que es lenta, pero solo cuando se compara con la otra serie. Creo que en FTWD estamos mucho más concentrados en los personajes, en el drama y en las relaciones.
-¿Se irá acelerando la acción a medida que avance, entonces?
-Sí, mientras vaya progresando ganaremos tracción y ritmo: nos acercamos cada vez más a la otra serie. Pero progresivamente y una temporada a la vez.
Creo que lo hemos hecho sumamente bien, manteniendo nuestra propia audiencia, lo que significa que algunos fans prefieren nuestro ritmo sobre el otro. Pero, ¿quién dice qué está bien o mal? (sonríe)
A esta altura del relato, las familias protagonistas se encuentran fracturadas y cada uno deberá buscar su propio camino para poder sobrevivir. El dilema de Travis se centra en proteger a su hijo adolescente Chris, al que la oscuridad apocalíptica está dejando sin fuerzas y con quien comparte un gran trauma: tuvo que matar a su ex-esposa por estar infectada.
-En paralelo a la lucha con los zombies, Travis tiene que luchar con su propia psicología. Después de haber tenido que matar a su ex-esposa, ¿de qué forma cambia el personaje?
-Mi personaje es el que más tarda en cambiar en la serie. Él se resiste realmente al cambio. De hecho, su batalla más grande es sobre qué es lo real o la ciencia, la moralidad de lo que está bien o mal... Creo que él se concentra mucho en su hijo Cris.
Porque la primera temporada en realidad era él tratando de unir a dos familias, lo que incluye a su ex-esposa y a su actual compañera, Madison, pero ahora ella esta fuera de la escena: se ha ido.
-Ahora su máxima preocupación es su hijo.
-Sí, solo se trata realmente de descifrar cómo salvarlo, porque se ha ido a un lugar muy oscuro: el duelo de su madre y tratar de saber qué está bien o mal. Y si miras alrededor, todo el mundo está matando y yo creo que ese es el mayor cambio para Travis: aceptar que para poder salvar al mundo hay que matar.
-¿Cómo será la relación con su hijo? ¿Se unirán más?
-Sí. Creo que Travis hace algo muy honrado al elegir a su hijo en vez de a Madison y a sus hijos. Ahora es tiempo de que se ocupe de cuidar al suyo.
Además Alicia y Madison no se sentían seguras con Chris cerca, porque él no les da una opción: él huye creyendo que la mejor opción para su padre es dejarlo con Madison, pero ahora creo que va a apreciar que su padre lo haya elegido a él por sobre los demás.
Pero también creo que a esta altura, el nudo de la relación no es un tema de acercamiento.
-¿Sino?
-Van a presentarse nuevos retos, porque Travis se sigue aferrando a su moralidad, mientras que su hijo está evolucionando, adaptándose mucho más rápidamente, como lo están haciendo todos los otros personajes:
Todos se están adaptando a la idea del apocalipsis y lo que se necesita para sobrevivir en el mundo, pero Travis está muy por debajo de eso. En cambio Chris está dispuesto, para poder seguir con vida, a hacer cosas que serían consideradas "malas". Ya no es una cuestión moral, sino de supervivencia.
-Justo antes del mid-season Travis y Madison tuvieron que separarse, ¿hay chances de una reconciliación?
-Creo que primero Travis esta concentrado en cuidar a su hijo. A la mitad de la temporada, él no sabe que el viñedo ha sido quemado, por lo que cree que ellos están seguros y que tienen todo lo que necesitan.
Piensa que están en el mejor lugar que podrían estar: Tienen energía solar, vino, comida y una estructura social donde pueden estar a salvo... Es por eso que Travis piensa que todos ellos estarán allí cuando él esté dispuesto a volver. Esto no es así, por supuesto.
-Los primeros capítulos de la temporada fueron rodados en el mar. ¿Cómo fueron esos días de rodaje?
-Fueron muy desafiantes, de hecho más de lo que la producción había previsto. Hay un montón de cosas que están arregladas, como los presupuestos y las fechas, pero creo que todos estamos agradecidos de que pudimos hacerlo bien.
Y ojalá siga como una posibilidad, porque el océano pacífico está allí mismo y, cuando las cosas se ponen muy locas en tierra todavía está la posibilidad de zarpar e irse (risas).
El Cristo más humano
Así definieron los medios del mundo la interpretación que hizo Cliff del mayor "héroe" de Occidente. Dirigida por Kevin Reynolds, "Risen" ("Resucitado" o "La resurrección de Cristo") se estrenó en marzo de este año y marca, según los críticos, un giro cinematográfico "más real y humano" de los hechos que dieron origen al cristianismo.
-¿Qué significó este papel en tu carrera?
-Más que significativo para mi carrera, fue una conexión espiritual. Sabes, fui criado católico y Jesús fue como un superhéroe cuando yo era un niño.
Me encantaba Superman, Batman o Spiderman, pero creía que Jesús era realmente genial. Así es que, cuando empecé a ser actor y algunos me empezaron a preguntar cuál era ese rol que me gustaría hacer yo decía, sin dudarlo: "Jesús". Pero lo decía en chiste, porque nunca pensé que pudiera hacerlo realmente...
-¿Tuviste alguna inseguridad al momento de aceptarlo?
-Nunca había pensado realmente que pudiera hacerlo. Pensaba que no era digno del papel y además nunca nadie me consideraba para un rol así.
Pero cuando sucedió me puse realmente feliz, y la pasé maravillosamente.
-¿Cómo quisiste encarar esta interpretación de Jesús, para diferenciarla de otras?
-Un Jesús como hombre. Yo era constructor y él era carpintero, yo vine de un comienzo muy humilde y él vino de una infancia muy, muy pobre.
Hay una parte que es un poco más difícil de comprender, y es que él fue el hijo de Dios y volvió de la muerte y ascendió al cielo, así que me concentré en la idea de una filme centrado en la resurrección y pensé: "He estado en la crucifixión, que es algo doloroso y horrible, así como los cuarenta días en el desierto. Yo sería muy muy feliz de no tener más dolor físico y aflicciones,además de poder volver para ver a todos mis amigos de nuevo".
Es por eso que traté de mantenerlo simple, y solo interpretar la idea de que fue un hombre muy bueno de corazón, amoroso y feliz de estar vivo, después de haber pasado por semejante prueba.
-¿Y cómo preparaste el papel?
-Bueno, hice un voto de silencio de 30 días dejando la filmación, y realmente limité la cantidad de palabras que decía. El director me pidió que me conecte más con los apóstoles, así que los domingos nos juntábamos, comíamos y hablábamos sobre espiritualidad, religión y demás. Pero fuera de eso no hablé con nadie.
-Sorprendente.
-Fue fantástico, lo disfruté mucho realmente. Por supuesto, tuve que hacer una excepción con mi mujer y mis hijos pero, aparte de eso, fue una experiencia liberadora.
Descubrí que Jesús no hubiera estado concentrado en las cosas del día a día, que son las cosas en que nos preocupamos las personas normales. Él no diría tonteras: Una buena práctica espiritual es medir cuando hablamos.
-¿Estás en nuevos proyectos?
-Tengo algunos en camino, pero por ahora los dejaré en suspenso...
