Claves para ganar los superclásicos

Boca superó el grupo con holgura, mientras River llega más motivado. Recuerdos coperos y riquezas de cada plantel.

Claves para ganar los superclásicos
Claves para ganar los superclásicos

Las fortalezas de Boca

Arrasó en la zona de grupos
Seis partidos jugados, seis triunfos, con 19 goles a favor y apenas dos en contra. El equipo del Vasco Arruabarrena cumplió con la lógica de superar un grupo accesible pero lo hizo -a diferencia de su rival- con una autoridad superlativa. Arrancó con un sólido 2-0 ante Palestino en Chile, a Zamora le hizo diez goles en los dos cruces y frente a Wanderers fue letal en ataque. Quedó como el mejor de los 16 clasificados y llega entonado.

El historial favorable con River y los cruces
Si bien en los últimos años el duelo se equilibró, Boca mantiene una luz de ventaja en los Superclásicos. De las 193 veces que jugaron en Primera, el Xeneize ganó 70, River se impuso en 63 y empataron 60.

Además, guarda dos buenos recuerdos de cruces por la Libertadores: en 2000, se vieron las caras en cuartos de final, fue 1-0 para River en la ida jugada en el Monumental y lo revirtió Boca como local en el recordado 3-0, con el gol de Palermo -que volvía de una larga inactividad- para decorar la fiesta.

El cruce más reciente por la Libertadores fue en las semifinales de 2004 y se lo quedó Boca en la definición por penales. Ganó 1-0 en la ida jugada como local y cayó 2-1 en el Monumental, en la noche del festejo de Carlitos Tevez como una gallina, por el que Héctor Baldassi lo expulsó. El Pato Abbondanizeri fue el héroe de la definición al contener el remate de Maxi López y Boca se quedó con un triunfo histórico.

La potencia ofensiva
Anoten: Jonathan Calleri, Juan Manuel Martínez, Daniel Osvaldo, Andrés Chávez, Federico Carrizo. Y también Nicolás Lodeiro, Sebastián Palacios... El tren delantero de Boca está intacto y presenta un abanico de opciones para todos los gustos. Hasta el momento, Arruabarrena optó por jugar con tres puntas y en general lo hizo con dos extremos y un centrodelantero, aunque no se descarta que puedan ser titulares Osvaldo y Calleri.

Define en la Bombonera
Por haber sido el mejor en la tabla de clasificados, Boca definirá todo lo que le reste jugar en la Copa siempre como local. Es un arma de doble filo, ya que será River el que dispondrá hasta el último instante del plus que otorgan los goles de visitante, pero el marco de la Bombonera puede empujarlo a quedarse con la serie.

El recambio
Mientras que River tiene once titulares y algunas otras piezas que pueden acoplarse sin problemas, Boca parece disponer de dos equipos titulares. Y en estos choques que asoman parejos, en los que cualquier detalle puede inclinar la balanza, el banco de suplentes del Vasco puede aportarle soluciones determinantes.

Además de todas las opciones mencionadas en ataque, el DT puede apostar a un mediocampo de juego con Pablo Pérez, Gago y Lodeiro o a otro más combativo con Cubas y Meli, según el momento del partido.

Las virtudes de River

El golpe psicológico de clasificarse 
Se le complicó mucho más de lo previsto la zona de grupos. Rescató un agónico empate en México ante Tigres que le devolvió la esperanza y sufrió en la última fecha, con la cabeza dividida entre su partido ante San José y rogando que Juan Aurich no ganara en Perú; pasó River.

Sacando cuentas, con lo justo, con apenas 7 puntos. Y ahora sabe que arranca otra Copa. "Que venga el que sea", declaró Gallardo y resumió el sentimiento de todo River, tras haberse sacado la mochila de una fase de grupos que resultó pesadísima.

Otra impronta contra Boca
Ante la chance de volver a verse las caras, River inflaba el pecho y deseaba jugar contra Boca. Es que en los últimos choques, y principalmente desde la llegada de Marcelo Gallardo al banco, el Millonario parece haberle encontrado la vuelta a los clásicos.

Luego de aquel gol de Ramiro Funes Mori para el 2-1 en La Boca -todavía con Ramón Díaz en el banco-, llegaron el empate de Germán Pezella bajo el diluvio del Monumental y las batallas por la semifinal de la Sudamericana, en las que mostró temple y pierna fuerte para pasar de ronda. Así River redondeó un 2014 perfecto ante su clásico rival con ocho partidos sin derrotas.

Puntos altos en las dos áreas
Buena parte del sufrimiento de River para superar la fase de grupos se debió a la falta de eficacia en ataque. El partido ante Juan Aurich como local, el mejor ejemplo. El equipo de Gallardo ganaba 1-0 y les generó una docena de situaciones de gol a los peruanos. Pero no concretó. Y se lo empataron en el último minuto.

Ahora la historia parece haber cambiado, de la mano de Teo Gutiérrez y de Rodrigo Mora. El colombiano entregó destellos de su calidad en el cierre del partido ante Tigres en México y fue un actor vital para rescatar el empate.

El uruguayo está dulce: golazo de volea para el 2-2 en tierras aztecas, doblete para destrabar a San José en último choque y gritos decisivos para treparse a la punta del torneo, el del triunfo agónico ante Gimnasia, dos en Córdoba frente a Belgrano y otros dos frente a Arsenal. "Estoy en el mejor momento de mi carrera", admitió el delantero.

En el área propia Marcelo Barovero continúa en un nivel altísimo. Fue figura en las victorias ante Argentinos y San Lorenzo que encaminaron a River en el certamen local y también llega con un buen recuerdo de los choques ante Boca: alcanza con recordar el penal atajado a Emanuel Gigliotti, que cambió el escenario en el duelo de la Sudamericana.

Llega de menor a mayor
Cuatro triunfos en fila en el campeonato local y el envión anímico de haber superado una agobiante fase de grupos en la Copa Libertadores. Pese a que sufrió más de lo que disfrutó, al equipo de Gallardo lo encuentra el choque de octavos de final en el mejor momento del año.

Un once titular indiscutible
Sale de memoria y, salvo algún retoque de último momento, todo indica que Barovero, Mercado, Maidana, Funes Mori, Vangioni; Sánchez, Ponzio, Rojas; Pisculichi; Mora y Teo serán los once que jugarán ante Boca. Puede surgir alguna duda en el mediocampo, si es que Kranevitter, que volvió a demostrar su buen nivel, le gana la pulseada a Ponzio, que otorga más autoridad y experiencia, y suele lucirse en los partidos importantes.

Después, poco habrá para cuestionar. Con un plantel mucho más reducido que el de Arruabarrena, Gallardo tiene menos chances de dudar. Pity Martínez y Mayada, las otras cartas que podría guardarse el Muñeco.

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