Los que están llegando por estos días a Villa General Belgrano saben que hay que aprovechar los días de descanso en este punto cordobés.
Caminar a la vera de alguno de los arroyos que hay cerca del centro es una buena idea. A poco de andar se vuelve imposible no contactarse con la naturaleza, se van descubriendo aromas, violetas silvestres, romerillos y berros y los pájaros que no dejan de cantar. En cualquier momento, sentarse a descansar sobre una roca o sobre el pasto. . .
Las fábricas de cerveza artesanal, esas que le han dado fama internacional a la villa, están en ejido urbano y abren sus puertas para que los turistas conozcan el proceso de producción de las birras. Brunnen o Viejo Munich, que funciona en una antigua casona alpina, por nombrar unas. Un chop o una pinta con una tabla de fiambres alemanes para cerrar el paseo y ¿qué más puede pedirse? Y la respuesta parece obvia, que el postre sea en alguna fábrica artesanal de chocolates, que por supuesto también reciben visitas y ofrecen sus delicias dulces.
Salir de la villa y dirigirse a ciudadelas vecinas es otro plan interesante. Por ejemplo, se puede destinar un día a visitar La Cumbrecita, un pueblo peatonal cargado de encantos.
Muchas actividades
Para los meses de enero y febrero, Villa General Belgrano cuenta con un amplio calendario de actividades que incluyen propuestas para toda la familia con espectáculos de técnicas circenses, payasos, mimos y marionetas; noches de varieté; teatro para adultos y obras para niños; muestras de arte y charlas. Las calles ofrecen diversos espacios donde poder disfrutar de músicos, artistas y eventos muy variados.
No faltará la presencia de la Cultura Centroeuropea en una de sus fiestas, la Sommerfest, que se realizará todos los domingos. En la Plaza José Hernández se recrearán las costumbres, danzas y música de distintos países. El público podrá disfrutar del espiche, con la presencia del Monje Negro y otros personajes característicos de la Fiesta Nacional de la Cerveza.
Todos los viernes y sábados a las 20 habrá conciertos en la Plaza José Hernández; y todos los martes a la misma hora en la Casa del Bicentenario se desarrollará el ciclo "Música para ver", con shows musicales internacionales en pantalla gigante.
Un mundo de sabores
Las costumbres centroeuropeas pisan fuerte en la gastronomía local. Así, en los bares y restós las cartas incluyen platos de esa procedencia que, definitivamente, deben degustarse en el curso de las vacaciones. Salchichas con Chucrut ($ 65) y Gulash ($ 75), una tabla de fiambres ($170) algunos buenos ejemplos, que pueden acompañarse de la mejor cerveza, el chopp artesanal cuesta $ 33, el industrial $ 26. Una porción de torta hecha en base a una receta venida del viejo continente sale unos $ 35 y definitivamente no hay que resistirse.
Sabores argentos también están disponibles y cotizan de la siguiente manera. Por ejemplo una parrillada para 2 sale unos $ 200; trucha $ 79; un lomito $ 89; una pizza $ 75 o un pancho $ 29. Las bebidas desde $ 16.