La avanzada de proyectos del oficialismo por la equidad de género suma una nueva iniciativa, aunque esta vez no fue enviada por el presidente Mauricio Macri, sino qiue fue presentada la semana pasada por la diputada nacional mendocina Claudia Najul; la propuesta aspira a que la figura de "emoción violenta" no pueda considerarse como atenuante en casos de femicidio.
La emoción violenta está prevista en el artículo 81 del Código Penal y se considera un atenuante en ocasión de homicidio.
El debate no es nuevo. El gran debate se desató en junio de 2012, cuando el tribunal oral en lo Criminal 20 emitió un fallo polémico en el caso de Wanda Taddei, la mujer que fue prendida fuego por su pareja, el baterista de Callejeros Eduardo Vázquez.
Ese tribunal entendió como atenuante la "emoción violenta" y condenó a Vázquez a 18 años de prisión. Luego, ante la polémica pública desatada por la sentencia, la Cámara Federal de Casación Penal modificó el enfoque de la primera instancia e impuso la pena de prisión perpetua.
Hubo otros casos en las que la emoción violenta en casos de femicidio desató polémicas. Najul recuerda que “en noviembre de 2017 el Tribunal Criminal Oral N° 4 de San Isidro usó el mismo artículo que propongo modificar, para desestimar la prisión perpetua que pidió la fiscal para Brian Montenegro por matar de seis puñaladas a su ex pareja, Débora Díaz, en presencia de sus tres hijos porque, según los jueces, ‘estaba muy enamorado’ y lo afectó la noticia de que ella salía con otro hombre”.
La emoción violenta y el femicidio parecen ir ligados, al menos en la cabeza de los jueces que aplican la figura prevista en el Código Penal para aplicar penas más benignas a quienes matan a sus parejas. "Desde el sentido común me queda claro que no es una situación emotiva la que provoca la irracional violencia del femicida sino que, por el contrario se trata de un violento que mata y después busca esconder en supuestas emociones de amor su acción irreparable", dijo Najul.
El camino de la propuesta será largo. “Deberá pasar por todas las comisiones correspondientes y luego ser aprobada por el plenario primero de Diputados y luego de Senadores” reflexiona Najul, para luego indica que busca “poner en discusión un resquicio legal que asiduamente es ilegítimamente utilizado por los femicidas y a veces convalidado por la justicia”.