“Nos gusta venir aquí a recordar al General y sus hazañas, pero ya somos grandes y no bancamos tanto tumulto. Esto es ideal", dijeron entre risas Mirta y Alfredo, de Luján de Cuyo. Mucho antes de que llegara un hormiguero de gente, el caos vehicular y el bullicio en mayúscula que era ayer el Manzano Histórico; la pareja dejó su camioneta a la vera de la ruta 89 y se dedicó a contemplar la cordillera nevada entre mates y tortitas calentadas al rescoldo.
Las últimas nevadas y pronósticos de temporal habían bajado las expectativas respecto del acampe. Sin embargo, salió el sol y desde el sábado este paraje tunuyanino no dejó de recibir visitantes. Se calcula que, sólo ayer, este sitio histórico recibió a más de seis mil personas y las hileras de auto que conducen a la villa se movían a paso de hombre.
No hubo un rincón o recoveco del lugar despoblado. Las familias se instalaron desde temprano, con las parrillas, toldos, con perros, con los juegos que los chicos habían recibido en su Día y hasta con las ollas para freír sopaipillas. "Por si el frío aprieta", como justificó Omar.
Sucede que había propuestas para todas las edades y gustos. Los mayores se dedicaron a caminar, tomar fotos, recorrer el paseo de artesanos, los quioscos y el museo sanmartiniano. También un abultado público se reunió en el mini anfiteatro, donde la banda Los Leones -del Rim 11 General Las Heras de Tupungato- interpretó desde marchas militares hasta cuartetos.
Los jóvenes treparon los cerros, registrando con sus celulares su figura al lado del monumento Retorno a la Patria o cantaron tonadas al costado de las fogatas. Los niños disfrutaron de las actividades deportivas, la plaza de juegos y la Estación de Piscicultura, que lleva adelante Recursos Naturales.
Los actos protocolares por el 165° aniversario del fallecimiento del General Don José de San Martín tuvieron lugar a los pies del mentado monumento, poco después de las 14. Tras el descubrimiento de la placa por parte de las autoridades, la banda Talcahuano cerró el momento más solemne del fin de semana con su actuación.
A metros de la entrada al monumento, el historiador sancarlino Alberto Piatelli ofrecía sobre una mesa su reciente e interesante libro 'San Martín en el Valle de Uco'. En un marco festivo, que se mostraba bastante ajeno a lo que se conmemoraba, el escritor se sorprendió por el interés y las consultas.
Con un marco inigualable de cordillera nevada; los visitantes buscaron desde temprano la mejor sombra, estar cerca de un arroyo o la roca más grande que los protegiera del aire gélido para iniciar el ritual del asado. Los más osados se animaron a internarse en el camino hacia el refugio de Portinari y regresaron con muñecos de nieve sobre el capot de sus vehículos.
La oferta en urbanización, gastronomía y turismo ha avanzado mucho en este paraje de Tunuyán. Sin embargo, este fin de semana todos los campings, cabañas, restaurantes y espacios de acampe estuvieron repletos. También ha crecido exponencialmente la cantidad de vendedores. Los callejeros que venden desde frutillas acaramelizadas hasta repasadores. Los puestos de bebidas -con gran demanda ayer por el calor- ofrecían desde licuados de frutas hasta cerveza artesanal.
Y también trabajaron los artesanos desde su ya tradicional paseo. "Las ventas están un poco más tranquilas que el año pasado. De todos modos, este lunes explotó de gente este lugar", dijo un vendedor de cuchillos y artesanías 'Nacar de Uco', uno de los que está todos los domingos en la zona.
Los 'festejos' en el Manzano también dejaron otras perlitas. Por ejemplo, la Radio Histórica (87,9), que se escucha en el paraje, aprovechó la ocasión para inaugurar su nueva sede y agarrar a cuanto funcionario pasara cerca para hacerle una entrevista. Metros más abajo, el sancarlino Mauricio Lisanti regalaba chupetines a todos los niños que pasaban por allí.
