Llega al Camp Nou la tercera entrega de un duelo de entrenadores entre Vilanova, que retomó el testimonio de Guardiola, y Mourinho, que pondrán en juego dos estilos diferentes para alcanzar el mismo fin, el triunfo, y responder a la obligación de ganar de los dos equipos grandes del fútbol español.
Vilanova busca dar en la tecla para recuperar el virtuosismo que marcó la etapa de Guardiola como DT. Modificó posiciones, aspectos ofensivos, en un equipo que aún está alejado de su verdadero nivel. Su impecable racha de resultados no es acompañada, de momento, por un fútbol brillante. A veces le faltó ritmo, movilidad y hasta fuerza para realizar la asfixiante presión que caracterizó al Barça en los últimos años. En su nuevo dibujo hay una cuestión ofensiva por definir: la ocupación de espacios. El 4-3-3 por el que apuesta muchas veces, o el 3-4-3, son sistemas que los jugadores azulgranas ya conocen de memoria.
Al problema defensivo que debe asumir Vilanova por la baja de Puyol y el estado de Piqué (al que a última hora decidirá si fuerza recién recuperado de un esguince de tobillo), debe sumar una decisión del medio hacia adelante. Con el regreso de Andrés Iniesta uno sobra, Cesc o Alexis. El español ya fue suplente en los dos clásicos de la Supercopa.
Mientras, Mourinho medita parar un 4-2-3-1. Su duda es apostar por el músculo, con Essien, o la calidad, con Özil. Decidir entre la presión al rival o pelear la posesión en un escenario donde su rival suele monopolizarla. La otra duda: Benzema o Higuaín.
Tampoco el Real Madrid luce y por ahora depende de sus individualidades.