La respuesta a la última propuesta de mejora salarial recibida el viernes pasado podría demorarse más de una semana en las escuelas, debido a la discusión que los docentes afrontarán los próximos días para aceptarla o rechazarla, lo que provocará también que siga en suspenso el paro de 72 horas votado en el plenario provincial y que debía comenzar este lunes.
Es que si bien el Gobierno considera "superadora" la apurada oferta entregada en el preciso momento en que los maestros decidían el endurecimiento de las medidas de fuerza, lo cierto es que con el paso de las horas, los ánimos se han ido caldeando, tanto por considerar que lo ofertado no satisface sus expectativas (algo en lo que todos los sectores coinciden), como por la forma en que se desarticuló la huelga: actitud que los opositores le achacan a la conducción del SUTE, principalmente.
Por lo tanto, no se avizora un horizonte de soluciones en esta paritaria, en el corto plazo. "Es posible que la respuesta se demore más de una semana", reconoció el titular del SUTE, Javier Guevara, al asegurar que lo ofrecido por el Ejecutivo "sigue sin satisfacer" lo que esperan los maestros.
El miércoles pasado, tras un paro de dos días, que demoró el inicio del ciclo lectivo, el cual ni siquiera ese día se concretó, por las asambleas de los educadores en las mismas escuelas, el Ejecutivo propuso una mejora de 26%, escalonada en tres pagos, a partir del mes de enero de este año.
El rechazo fue casi automático y el jueves oficializaron su desaprobación en los plenarios departamentales y hasta votaron el paro de 72 horas, lo que refrendarían al día siguiente. Pero a último momento del viernes, y pensando en la Vendimia que se iniciaba, el Gobierno acercó una extensión de la oferta, con un escalonamiento en dos pagos, pero a pagar a partir de marzo.
Para los gremialistas esta nueva propuesta sigue siendo escasa, porque la conducción del SUTE esperaba que el salario de un docente con diez años de antigüedad, pasara de $ 3.500 a $ 4.700 "y con esto sólo se acercaría a $ 4.400 en julio", resaltó Guevara.
Efectivamente el escalonamiento implicaría un primer incremento de $ 500 y un segundo de $ 370, según el gremialista.
Pero otros sectores internos del SUTE lo consideran incluso peor a las anteriores propuestas. "Para algunos casos es una suba de apenas 15% o 16%", advirtió Alfredo Ginevra de la lista Lila, basando su análisis en la falta de retroactividad a enero.
"Si el aumento se traslada a los 12 meses, sólo hay una mejora del 15,35%", destacando que de esa manera no hay acercamiento a la inflación y los sueldos siguen retrasados.
Por el lado de la agrupación Marrón, Mario López dijo que su sector insistirá "con un incremento salarial de 50%", porque con las actuales propuestas "se está condenando a los trabajadores a vivir con la mitad del valor de la Canasta Básica", que a su criterio ronda los $ 7 mil, además de no adecuarse al proceso inflacionario.
El paro asoma de nuevo
Dadas así las cosas, y si bien no habrá definiciones inmediatas, la idea de que se concrete el paro de 72 horas es cada vez más consistente. "Veremos qué deciden las bases", indicó Guevara quien confirmó que la medida "fue votada y existe esa posibilidad", si los maestros terminan no aceptando la última propuesta oficial.
"La gente está enojada porque se levantó la medida de fuerza", dijo López. Ese enojo tuvo incluso una manifestación en General Alvear el sábado, donde, contrariados por lo resuelto en el plenario del viernes, unos 200 docentes coparon la sede local del SUTE.
"La dilación fue una maniobra conjunta de la conducción y el Gobierno", aseguró López y advirtió que su agrupación impulsará nuevamente "la huelga votada". Ginevra informó que movimientos similares al de Alvear podrían producirse en Junín (donde vive Guevara) y en San Rafael, y resaltó que "hay mucha bronca" entre los maestros.