Hay más autos pero no empeoró la calidad del aire en Ciudad

Así lo indican los estudios de la Dirección de Protección Ambiental de la provincia.

Hay más autos pero no empeoró la calidad del aire en Ciudad
Hay más autos pero no empeoró la calidad del aire en Ciudad

La calidad del aire en el Gran Mendoza no ha variado durante los últimos cuatro años. Pese al continuo crecimiento del parque automotor - se estima que circulan por la Ciudad 250 mil vehículos por día - el aire que respiramos los mendocinos no ha empeorado.

La información proviene de la Dirección de protección Ambiental de la secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de la provincia quienes aseguraron que esto se debe, en parte, a que los motores de los vehículos han mejorado la combustión de la nafta y en parte a que esta última incrementado su calidad.

Desde este organismo, además, se analizó la cantidad de ozono perjudicial para la salud presente en la atmósfera. Las investigaciones también determinaron que se encuentra por debajo de la mitad del límite admisible por la Organización Mundial de la Salud (OMS).  

Según la OMS la contaminación del aire representa un importante riesgo medioambiental para la salud ya sea en los países desarrollados o en los países en desarrollo. Se estima que la contaminación ambiental del aire, tanto en las ciudades como en las zonas rurales, fue causa de 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo por año; esta mortalidad se debe a la exposición a partículas pequeñas de 2,5 micrones o menos de diámetro (PM2.5) que causan enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer.

El caso mendocino

Según explicó Miriam Skalany, la titular de la dirección de Protección Ambiental (DPA), la provincia cuenta con dos mecanismos para la determinar cuál es la calidad del aire. Hay tres estaciones fijas que funcionan activamente en las calles Patricias Mendocinas y Espejo (Ciudad), en Garibaldi y Rioja (Ciudad) y en la plaza departamental de Godoy Cruz.  "Además se cuenta con un registro muy importante de la medición continua durante 24 horas del camión de monitoreo ubicado en la playa de estacionamiento del Instituto Nacional de Vitivinicultura, que funciona todos los días los siete días de una semana representativa de una estación del año", explicó la funcionaria.

Así, desde 2016 se hacen cuatro seguimientos por año siete días de una semana y lo que se mide en estas estaciones es la cantidad de óxido de nitrógeno presente en el aire, el ozono presente en el aire y el anhídrido carbónico y sulfuroso.

"También medimos el material particulado que se encuentra en el ambiente, que es menor a 10 microgramos por metro cúbico y que representa uno de los principales factores de contaminación del aire porque son los que provocan molestias en el ser humano", explicó Skalany.

La funcionaria explicó que de los datos observados en la estación más perjudicial para la medición de material particulado es la primavera porque gunos picos pero si hacemos el correlato con las condiciones meteorológicas vemos que se corresponden a la mayor presencia de particulado por viento zonda", indicó Skalany.

Agregando que en los tres periodos que comprenden los años 2016, 2017 y 2018 los picos de contaminación del aire no superan las 120 partes por millón particulado. Observando la gráfica aportada por la DPA se puede que en general el aire detectado por los aparatos de medición se mantiene por debajo de lo establecido por la OMS que son 50 partes por millón particulado.

Vale añadir que en las directrices de la OMS sobre la Calidad del Aire se estima que una reducción media anual de las concentraciones de partículas (PM10) de 35 microgramos/m3, común en muchas ciudades en desarrollo, a 10 microgramos/m3, permitiría reducir el número de defunciones relacionadas con la contaminación en aproximadamente un 15%. Sin embargo, incluso en la Unión Europea, donde las concentraciones de PM de muchas ciudades cumplen los niveles fijados en las directrices, se estima que la exposición a partículas de origen antropogénico reduce la esperanza media de vida en 8,6 meses.

En tanto, en los países de bajos y medianos ingresos, la exposición a contaminantes en el interior y alrededor de las viviendas como consecuencia del uso de combustibles en estufas abiertas o cocinas tradicionales incrementa el riesgo de infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores, así como el riesgo de cardiopatías, neumopatía obstructiva crónica y cáncer de pulmón en los adultos. "Las condiciones han cambiado. Se nota en la calidad del combustible. Antes uno se paraba en la calle 9 de julio, del centro, y no se podía respirar", aseguró la titular de la DPA.  

Ozono nocivo

Tal como informó Skalany, la otra medida importante es la cantidad de ozono presente en la atmósfera. "No se hace referencia al 'ozono bueno' es decir aquel que nos protege de los rayos ultravioleta sino el que se genera a partir de la descomposición de los óxidos de nitrógeno con los hidrocarburos presentes en la atmósfera", declaró la especialista. Skalany agregó que en todos estos casos Mendoza ha estado por debajo de la mitad del límite admisible que según la OMS es de 100 partes por millón de partículas. De todas formas, destacó que hay días en donde aparecen "picos" en los gráficos que revelan horarios de máximo movimiento vehicular.  

Según la OMS, el exceso de ozono en el aire puede producir efectos adversos de consideración en la salud humana. Puede causar problemas respiratorios, provocar asma, reducir la función pulmonar y originar enfermedades pulmonares.

“En general la calidad del aire de Mendoza son buenas, a pesar de estar en una zona donde la probabilidad de la inversión térmica es alta -es decir, que no deja que desprenda los gases hacia la atmósfera- y de las condiciones meteorológicas que cada tanto tenemos que soportar los mendocinos. Sobre todo si se la compara con ciudades similares en cantidad de población y parque automotor”, terminó la especialista.

El impacto del Mendrotran

Miriam Skalany, de la Dirección de Protección Ambiental indicó que este estudio servirá de base comparativa para la evaluación que se hará respecto al impacto ambiental que generó - o no-  la implementación de un nuevo sistema de transporte.  "A fines de año se haría la comparación de cómo afectó el Mendotran. Pero para ello tenemos que contar con equipos más modernos", destacó la funcionaria quien añadió que un mejor equipamiento alcanza el valor de los 200 mil dólares. "Estamos evaluando prioridades y buscando financiamiento internacional", remarcó.

Ingenieros y técnicos de la UTN y UNCuyo 

La DPA está compuesta por ingenieros y técnicos en control del aire y además trabajan con mediciones del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad Nacional de Cuyo y de la Universidad Tecnológica Nacional regional Mendoza. Además, hacen mediciones sobre el ruido en puntos críticos de la Ciudad. Pero no son datos que tienen rigor científico ya que no poseen los equipos homologados.

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