Grúas detenidas, material de construcción desperdigado, gigantescas paredes a medio hacer y un tremendo silencio es el paisaje actual en las obras de ampliación del Canal de Panamá, un panorama más parecido a una ciudad fantasma que a la megaobra llena de vida tan sólo hace semanas. Decenas de camiones, retroexcavadoras y otros vehículos de construcción perfectamente estacionados dan la bienvenida a las obras de ampliación del Canal en Cocolí, en el Pacífico panameño.
Lo que hace un par de meses era un hervidero de 5.000 obreros en Cocolí, construyendo las nuevas esclusas del Canal, ayer era una trocha polvorienta repleta de hierros, vigas y tuberías abandonadas.
En Cocolí, una zona rodeada de pequeñas montañas a la entrada del Pacífico, deben construirse las nuevas esclusas para que los barcos de más de 12.000 contenedores accedan a la vía o salgan de ella por el Océano Pacífico.
Aparte de los pájaros que sobrevuelan bajo un intenso sol, sólo se observan unos 20 operarios en medio de los equipos detenidos y los materiales dispersos. "Es una ciudad fantasma en comparación a lo que había hasta finales de noviembre", comentó Gustavo Rivas, gerente encargado de la construcción de las esclusas en el sector Pacífico.
"¿Ustedes no oyen ruidos, verdad? Ese es el mejor síntoma para saber si una obra de construcción está progresando o no. Esto es una desolación total", aseguró Rivas, un ingeniero civil con más de 40 años en la construcción.
La veintena de grúas que forman parte del paisaje están todas detenidas junto a servicios móviles descuidados, andamios, generadores de corriente, equipo abandonado y aguas estancadas: un hotel cinco estrellas para el Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue.
Una pick-up rompe la monotonía con varios obreros a bordo, en el mismo lugar donde el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, visitó las obras hace casi tres meses.
Bajo los toldos destinados a los trabajadores, se puede ver aún lo que fue un antiguo comedor, donde varios recipientes para enfriar la bebida parecen haber sido testigos de la estampida. También hay varios bidones con el logotipo de GUPC.