El odontólogo Ricardo Barreda, condenado a prisión perpetua por matar a su mujer, su suegra y sus hijas en 1992, aunque está actualmente en libertad, deberá concurrir mañana a la Cámara del Crimen de La Plata para exponer sobre los problemas de convivencia que tiene con su actual pareja, una maestra con la que vive en el barrio porteño de Belgrano, informaron hoy fuentes judiciales.
Barreda (79) deberá presentarse mañana ante los integrantes de la La sala I de la Cámara, Raúl Dalto y María Oyhamburu, para hablar de los conflictos conyugales que mantiene con la docente Berta André, quien también será entrevistada.
Según revelaron los voceros, en abril pasado, el odontólogo se presentó ante la Justicia para revelar esos problemas, ya que teme que una denuncia de André pueda hacerle perder la libertad condicional de la que goza.
Tras esa presentación, la Justicia dispuso y ya tiene en sus manos los resultados de un informe del gabinete de psicología al que asiste Barreda, en el que se detectaron esas divergencias en el seno conyugal.
Barreda habría manifestado que la mujer tiene problemas de salud, neurológicos, que habrían afectado sensiblemente la vida en pareja y también habría planteado los problemas económicos que padece, ya que cobra una jubilación mínima de 2.500 pesos, por lo que decidió reclamar por sus bienes, que están en proceso judicial.
El 28 de noviembre pasado la Justicia declaró "indigno" en la sucesión de los bienes familiares a Barreda, y la sentencia fue dictada por el juzgado Civil y Comercial de La Plata 17, que explicó que la "exclusión de herencia" es por "una causal objetiva de indignidad", prevista en el artículo 3291 del Código Civil.
Voceros judiciales precisaron que el patrimonio en litigio consiste en la casona de la calle 48, entre 11 y 12, de La Plata, donde el odontólogo cometió el cuádruple crimen; dos autos (un Ford Falcon verde y un DKW) , una moto Siambretta, una casa de veraneo en Mar del Plata, que está intrusada, y un terreno en la provincia de Buenos Aires.
El 15 de noviembre de 1992, Barreda mató a escopetazos a su esposa Gladys McDonald (57), a su suegra, Elena Arreche (86), y a sus dos hijas Cecilia (26) y Adriana (24).
Por este múltiple asesinato, en 1995, el odontólogo fue condenado a prisión perpetua, aunque a principios de 2008 le concedieron el beneficio del arresto domiciliario por su buena conducta y por ser mayor de 70 años. No obstante, ese beneficio le fue revocado por violarlo un par de veces hasta que a fines de marzo de 2011 le otorgaron la libertad condicional.