La filtración de documentos conocida como Football Leaks dejó al descubierto las tramas secretas de los negocios poco transparentes que rodean al mundo del fútbol.
En ese marco, el diario El Mundo de España publicó un informe que revela cómo, al menos un caso, un intermediario utilizó sus influencias para que un jugador fuera convocado a la Selección argentina y así aumentar el valor de su pase.
Corría el año 2012, River volvía a Primera después de un año en la B Nacional y el delantero mendocino Rogelio Funes Mori se consolidaba como una de las grandes promesas del club.
Sus allegados comenzaron a negociar una posible transferencia con el portugués Nelio Lucas, consejero delegado del fondo de inversiones Doyen Sports.
“Yo máximo puedo ir a ocho millones. Seis al club. Dos donde quiera. Y le reconozco el 20% de la plusvalía en una futura venta. Esto es el máximo. Más no puedo Eugenio”, le decía en un mensaje Nelio Lucas al jugador. Sin embargo, se sabía que el titular del Millo por aquel entonces, Daniel Passarella, no aceptaría ese monto y se apeló a una particular medida para hacer subur el valor del jugador.
El informe, revelado por el diario alemán Der Spiegel, da cuenta de los mensajes que surgieron de la Argentina en respuesta a la oferta que le había hecho Lucas.
“Ok. Déjame hablar a (Alejandro) Sabella, el DT de la Selección que yo represento y es mi compadre y amigo de toda la vida. Él me puede ayudar”.
Un día después, agregaría aún con mayor precisión: “No, Nelio, hazme caso, yo lo hago llamar por la Selección con mi entrenador y valorarlo más. Así hice con (Ángel) Di María”.
Así quedó revelada la trama por la cual el representante lograba hacer crecer el valor de la ficha de sus jugadores en el mercado internacional. Aunque el acuerdo con Doyen Sports nunca se hizo, Funes Mori fue convocado por Sabella y jugó su único partido con la Albiceleste mayor el 19 de setiembre de 2012, en un amistoso ante Brasil.
El informe de Football Leaks no brinda pruebas respecto de las reales motivaciones que tuvo Sabella para citar al por entonces jugador de River, pero deja sentado que el representante utilizaba la relación personal que tenía con el DT para negociar los pases de sus jugadores.
El bajón en su desempeño, la escasa cantidad de goles anotados y la resistencia por parte de los hinchas hicieron caer el valor del pase del mendocino y, finalmente, fue transferido un año más tarde al Benfica de Portugal por 3,5 millones de euros.
Una cantidad modesta en el fútbol, pero finalmente elevada por el rendimiento obtenido. La temporada siguiente Funes Mori sólo jugó tres partidos en la Primera Liga portuguesa, luego fue traspasado al modesto Eskisehirspor turco y, al final acabó, ya lejos del sueño europeo, en el Monterrey mexicano.
Mucho menos de lo pensado por Passarella, que semanas atrás había vendido a Lucas Campos por 16 millones.
Otra operación que se suma a la polémica.
Otros tres argentinos bajo sospecha
Por el tamaño de su nombre y ser uno de los primeros casos que salió a la luz, Messi quedó en el centro de un escándalo por supuesto fraude fiscal.
Pero no fue el único: Cristiano Ronaldo, Neymar, Kun Agüero, Pocho Lavezzi, Xavi, Thiago Silva y Mario Balotelli son otros de los que quedaron expuestos por el Football Leaks, la web que sacó a la luz infinidad de irregularidades en sus contratos.
Además están apuntados Gonzalo Higuaín, Ángel Di María y Javier Pastore.
En los informes figura un método similar al empleado por el agente de Cristiano Ronaldo, con el aprovechamiento de menores porcentajes de tributación en diferentes acuerdos legales que igualmente eran contemplados y estaban dentro de las normas de la Unión Europea.
Una importante cifra de la comisión de la transferencia de Di María al Manchester United -proveniente del Real Madrid- fue desviada al Caribe.
En tanto, por los servicios prestados en relación con el Madrid y el jugador Gonzalo Higuaín, una sociedad holandesa llamada Convergence Capital Partners habría embolsado 190 mil euros en 2014.
Finalmente, la trifecta se cierra con la figura de Pastore, quien por medio de su representante vendió sus derechos de imagen a una empresa de Uruguay, que posee conexiones con otra de Holanda.