La profesora de Lengua y Literatura, Belén Rinaldi, da algunas claves. Ella es docente en primer año de la Facultad de Educación Elemental y Especial de la Universidad Nacional de Cuyo. Su tema son, sin dudas, los libros. Un amor que incentiva en su hija y que intenta inculcar en todos. Una entrevista con ella permite encontrar algunos consejos ante semejante dilema.
Primero los grandes. "Para que los niños lean es importante estimularlos de manera constante, tanto en casa como en la escuela. Los padres y docentes de hoy dedican poco tiempo a la lectura, olvidando que ese vehículo permite crecer, crear, imaginar, resolver situaciones diarias, acceder al conocimiento, pensar...", inicia Belén Rinaldi.
Que no sea una obligación sino un placer. Su relato sigue: "Cuando desde la escuela se intenta fomentar esta actividad mediante un listado de libros con fechas de evaluación, el efecto es inverso, porque la lectura es una actividad sumamente compleja que requiere del estímulo y acompañamiento del adulto. Sería ideal dedicar una hora de lectura diaria enriquecida con debates, explicaciones, comentarios grupales y búsqueda de información complementaria en internet -el uso útil y guiado de las Tics (tecnología de la información y la comunicación) puede contribuir a fomentar la lectura. Es necesario resaltar que el ejemplo del docente lector es fundamental: no se puede propiciar lo que no se hace, sobre todo con los alumnos".
Dejarlos elegir. "Otro aspecto para tener en cuenta es el valor de la elección personal. Permitirles decidir y sentirse protagonistas de este proceso es muy estimulante, los ayuda a pensar, reflexionar, elegir y justificar la selección libremente", dijo esta profesora.
Consejos para tener en cuenta sobre las escuelas. "Se trata sobre todo, de articular las condiciones que llevan a sentir el placer de leer; y como hemos visto, en la escuela esas condiciones no deberían dejarse al azar. Fomentar la lectura es un objetivo de toda la institución, algo que debe formar parte de su proyecto educativo y que requiere planificación, puesta en práctica y evaluación. Cuando queremos que los niños aprendan a amar la naturaleza, a estudiar sus constituyentes y a adoptar actitudes favorables para su preservación, pensamos actividades, las discutimos con otros docentes, intervenimos y las vamos ajustando, de manera que respondan a los objetivos nos hemos planteado. Lo mismo habrá que hacer con la lectura", explicó Solé, I. en el artículo "El placer de leer" que se publicó en la Revista Latinoamericana de Lectura.
¿Y por casa cómo estamos? Nelson Rodríguez Trujillo, director del Programa Bibliotecas Escolares del Banco del Libro de Venezuela comentó en un estudio de su autoría que es fundamental la acción en el hogar.
Sus recomendaciones son sencillas: primero pregonar con el ejemplo, segundo que todos lean, tercero que valoren la lectura del niño, cuarto que se hable en familia de los libros leídos, quinto que el niño sea escuchado, sexto estimularlo siempre y séptimo siempre buscar lecturas que tengan que ver con su edad.
