Si bien se trata de una patología que se ha incrementado en los últimos años, existen muchas maneras de reducir la tensión y los daños causados por el estrés. En este contexto, hay personas que deciden asistir a clases de yoga, algunas prefieren pasar el tiempo libre descansando en la cama y otras se sienten mejor yendo a nadar. De acuerdo con cada individuo, se podrá intentar con distintas metodologías.
Ejercicio
Además de generar beneficios físicos, el ejercicio reduce la producción de las hormonas del estrés e incrementa la producción de endorfinas asociadas a la sensación de bienestar. Por ello, una caminata, andar en bicicleta o trotar en el parque es positivo para combatir el estrés ya que permite concentrar la atención en una actividad que despeja la mente de las tensiones cotidianas, levanta el ánimo y reduce la ansiedad.
Meditación
La meditación permite concentrar la mente en pensamientos específicos que producen relajación. Además, si se combina con estiramiento, yoga o ejercicios de baja intensidad, se puede liberar la tensión de los músculos, reducir la frecuencia cardíaca y, por ende, aliviar la tensión. En este punto, la respiración es muy importante: si se realiza de forma lenta y profunda, producirá mejores resultados.
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