Conocé las lesiones increíbles que tuvieron algunos famosos actores cuando filmaban.
Jared Leto
En Hollywood se sabe que Jared Leto es conocido por asumir cambios físicos brutales cuando un personaje realmente lo apasiona.
Él perdió sustanciosamente muchos kilos en películas como Requiem por un sueño y El club de los desahuciados, pero, en una línea contraria, ningún proyecto lo sometió a subir de peso tan groseramente como cuando interpretó el filme de corte independiente Chapter 27 en 2007, de J.P. Schaefer, en el que tomó el rol del infame asesino de John Lennon Mark Chapman.
Jared incluso admitió que el engordar se enfermó de gota. Tuvo serios problemas de dolor con sus pies. No podía caminar grandes distancias y en ciertas ocasiones incluso usaba una silla de ruedas.
Tuvo que esperar al menos un año para recuperar “la normalidad” de su estado físico.
Tom Hanks
El actor de 62 años nunca exageró demasiado por los cambios físicos en sus películas, aunque realmente se lució en dos casos muy particulares, que en todo caso, estaban exigidos por el guión de las historias y en el hecho de bajar mucho de peso al interpretar, en primera medida al tomar el papel del abogado enfermo de SIDA en Filadelfia de Jonathan Demme, así como en Náufrago, de Robert Zemeckis, en el que un empleado de una empresa de transporte queda varado cuatro años en una isla desierta.
Sin embargo, él admitió hace unos años que no volvería a hacer cambios físicos tan brutales para el cine.
Él piensa que perder y recuperar el peso, junto con posiblemente estar "genéticamente predispuesto", pueden haber sido factores que contribuyen al diagnóstico de la diabetes tipo 2.
Está convencido que estas dietas son cosas de actores más jóvenes, no de un veterano como él.
George Clooney
En el caso del protagonista de "Los descendientes" su relación de sufrimiento al interpretar papeles no implicó ganar o perder peso, sino por la filmación de una escena de tortura en la película "Syriana" en 2005, de Stephen Gaghan.
En ella, se lesionó gravemente la columna vertebral.
Él admitió que el dolor de ese daño le afectó profundamente su estado de ánimo. "Estaba en un punto en el que pensé: 'No puedo existir así. No puedo vivir', había admitido en una entrevista con la Rolling Stones.
El actor pasó semanas internado en una cama de hospital, con calmantes vía intravenosos (como morfina y vicodín) conectados en ambos brazos, totalmente incapaz de mover el cuerpo.
Clooney terminó recuperándose, aunque muy lentamente. Al menos por su papel de Bob Barnes, el actor obtuvo un Oscar como “Mejor actor de reparto”.
Linda Hamilton
Cuando se estrenó "Terminator 2", muchos aficionados que conocían a la actriz, especialmente por el recuerdo de la miniserie "La bella y la bestia", se sorprendió por el aspecto rudo y fibroso de la actriz al interpretar a su antológica Sarah Connor en el tanque de James Cameron en 1991.
Su cambio físico sin duda marcó una tendencia en el cine en los papeles de mujeres del género de acción.
Linda se tomó muy a pecho la elaboración de su personaje, asumiendo escenas de acrobacias peligrosas y luchas físicas muy ensayadas, pero nada la preparó del momento en que una ráfaga de escopeta se le acercó demasiado a sus oídos.
Fue durante la escena del ascensor durante el escape del hospital psiquiátrico cuando el Terminator de Arnold Schwarzenegger, lanzó una ráfaba de balas muy ruidosas y la actriz se había olvidado de colocarse los tapones para los oídos. El sonido amplificado le causó a la actriz una pérdida auditiva permanente.
Angelina Jolie
Es otra de las chicas que marcan tendencia en cuestión de asumir papeles con muy elaboradas y peligrosas escenas de acción.
Sin embargo, a pesar de las precauciones extremas del equipo de rodaje, ella sufrió un daño permanente en la película “Salt”de Phillip Noyce, estrenada en 2010.
Para prepararse para las escenas de lucha, Jolie aprendió una técnica combinada entre boxeo tailandés y el krav magá, el sistema oficial de lucha del ejército israelí.
Ella tomó clases durante dos horas cuatro veces por semana y el aprendizaje se notó en el rodaje, en la que la actriz hace equilibrio en las terrazas de un edificio de doce pisos, entre una y otra escena de riesgo.
Pero fue una escena dentro de todo mucho más sencilla, la que le provocó una cicatriz a la actriz que todavía se ve en su rostro.
En la última pelea contra el villano que interpreta Liev Schrieber, ella corrió a un rincón de la escenografía y chocó su cabeza contra la pared, lo que le causó un golpe violento.
