Desde el 1 de diciembre el vertedero El Pozo, de Godoy Cruz, quedó finalmente cerrado luego de muchos de años de promesas. Como consecuencia, las empresas de contenedores que arrojaban allí los escombros que traen de obras en construcción se quedaron sin ese lugar, donde podían desecharlos de manera gratuita. Ante esto aseguran que las posibilidades que tienen en lo inmediato son dos vertederos privados, por lo que los costos para contratar el servicio podrían cuanto menos triplicarse.
Aunque depende de la distancia del lugar de donde deban retirarlos y del material, actualmente el valor de alquiler de cada contenedor oscila entre los $ 1.500 y los $ 2.000. De tener que llevarlos a estos otros vertederos el costo ascendería a alrededor de $ 6.000.
Las opciones son la planta Pisa, que se encuentra en El Algarrobal, Las Heras. Esta planta cobra $ 500 por cada tonelada que recibe. Otra alternativa es la planta de tratamiento de residuos de la Municipalidad de Maipú, que cobra $ 600 por tonelada.
Son 53 las empresas del rubro que trabajan en los departamentos del Gran Mendoza y la mayoría utilizaba El Pozo. Tiran un promedio 10 tachos por día de entre 8 y 10 toneladas cada uno.
En las nuevas condiciones por cada contenedor de ocho toneladas el costo sólo por ese ítem ascendería a 4.000 pesos. A eso habría que sumar los valores actuales, que corresponden a lo que cobra el chofer, el combustible y otros gastos, y totalizaría 5.500 pesos en este caso.
Los principales consumidores de este tipo de servicio son particulares que realizan obras en sus casas. Es que no puede colocarse más de un metro cúbico de desechos en la vía pública , de superarse esa medida, debe contratarse un contenedor para evitar una multa.
La historia del cierre del Pozo es de larga data. La promesa de intendentes y en particular del ex gobernador Francisco Pérez, de cerrarlo o convertirlo en un centro cultural (como quería el peronista) quedó en la nada hasta ahora.
Sin soluciones
Lo cierto es que una vez más uno de los grandes problemas que tienen por resolver las ciudades es la basura. En este caso ni las empresas ni el municipio tienen una solución ante esta situación, con la excepción de buscar terrenos privados que permitan rellenar pozos con estos desechos. Un ejemplo son las ripieras.
Uno de los propietarios de contenedores señaló: "ninguno va a llevar a esos lugares porque no conviene". "Ahora no nos dejan llevar nada pero tampoco nos han dado una solución alternativa", comentó.
Algunos de ellos fueron avisados entre 10 y 20 días antes de la medida para que proyectaran alguna solución. Ante el desacuerdo mantuvieron reuniones con gente de la comuna y presentaron una nota en la que solicitan la prórroga por 90 días. Pero sostienen que no obtuvieron respuestas.
Uno de los participantes es Luis Romero , dueño de Contenedores Romero. "Es imposible ponerle ese precio a un particular, es irrisorio", consideró. Y dijo además que supuestamente cada departamento tiene que proveer un lugar donde tirar los residuos y sugirió que una opción es que allí se cobre unos $ 200.
Leonardo Mastrángelo, director de ambiente de Godoy Cruz advirtió que esto no es posible. "El Pozo ya llegó a la altura de calle Perón y no podemos permitirlo como responsables del cuidado del ambiente del departamento", destacó. Por otra parte mencionó que no hay en Godoy Cruz un terreno que pueda usarse con esta finalidad.
Resaltó que el Estado no puede hacerse cargo de todo y la opción es que se hagan arreglos con particulares aprobados por la comuna.
Ayuda a las familias
Muchas familias en condiciones de vulnerabilidad sobrevivían gracias a este lugar que fue cerrado el 1 de diciembre. Hasta allí llegaban para buscar material reciclable como vidrio, papel, plástico o cartón. Luego de venderlo a una recicladora obtenían un modesto pago que representaba su ingreso.
Con el cierre de El Pozo esto ya no es posible. Para atenuar el impacto, la Municipalidad les entregará $ 6.000 durante los próximos siete meses. Por otra parte les dará la posibilidad de adquirir una motocarga y trabajar como recuperadores urbanos.
Ganar un espacio verde
El Pozo tenía más de cuatro décadas de funcionamiento. Las ripieras, luego de sacar el material, quedan con grandes pozos que pueden ser rellenados. Este fue el caso, y se usaba mayormente para escombros producto de obras de construcción. Sin embargo, como es bien sabido también fue el destino final de residuos domiciliarios.
Uno de los principales problemas que se presentaban con la presencia activa de El Pozo es que se producían incendios que contaminaban el ambiente de la zona. Por otra parte a este lugar llegaba lo que se producía en basura y escombros no sólo en Godoy Cruz, sino también de otros departamentos del Gran Mendoza.
La intención del municipio es realizar allí un espacio verde. Por el momento han comenzado con la limpieza que esperan terminar durante el verano. A partir de mayo comenzarán a plantar árboles.
