“Alonso's, insuperables desde 1925”. Tan antiguo como el aprecio que los habitantes de la barriada mantienen por los dueños de la emblemática panadería de calle Pueyrredón, es el letrero escrito en cursiva que durante 92 años dio la bienvenida a todos cuantos se acercaban al lugar a comprar pan y tortitas.
A pocas cuadras, al llegar a la esquina de Paso de Los Andes y Luzuriaga, la pizzería y heladería Los Andes, también mantiene la antigua cartelería, a poco tiempo desde que el atesorado negocio cambiara de lugar.
Tal vez porque figuran entre los negocios más antiguos de la Quinta Sección, porque todas las generaciones que crecieron en sus alrededores son testigos de la calidad de sus productos o simplemente porque el vecindario extrañará la calidez de la atención que recibían, ambos comercios serán “extrañados” por todos los que viven en la zona. Es que de manera reciente y repentina, tanto la histórica panadería como la pizzería cerraron sus puertas.
En el primer caso, de acuerdo a los relatos de los comerciantes y habitantes de las diferentes manzanas de este sector de la Quinta, los descendientes de la familia Alonso prefirieron dedicarse a otras actividades, en tanto que la pizzería propiedad de la familia Rivamar, se trasladó a calle Beltrán y Liniers de Godoy Cruz.
Una de las especulaciones respecto del futuro de este último inmueble -cuya estructura tiene al menos cien años desde su construcción- es que sería demolido y el terreno utilizado para ampliar la escuela Francisco Laprida, que se encuentra ubicada al lado, sobre calle Paso de Los Andes. Otra hipótesis que circulaba por la barriada era que la antigua esquina será destinada a la construcción de un complejo habitacional.
En ese sentido, Rubén, uno de los cinco hijos del fundador del negocio, Roberto Rivamar -hacia 1954- aclaró que el terreno será destinado a la construcción de cuatro departamentos con cochera y un salón comercial. “Decidimos vender después de 22 años de seguir con el negocio de mi papá”, explicó y adelantó que una posibilidad es que uno de sus hermanos alquile el local a edificar para instalar allí un negocio.
Por su parte, hasta el momento lo que se conoce sobre la panadería Alonso es que no reabrirá por el momento y que el cierre fue, desde el punto de los vecinos, algo repentino.
“Estamos algo afligidos porque es un lugar histórico en la zona. Siempre hemos ido a comprar allí y tenemos un muy lindo vínculo con la familia”, comentó Aída (88), quien ha vivido por décadas en la casa lindante y conoció a los fundadores, Silvia Alonso e hijos. “Conocimos a los padres y abuelos de la familia, son muy buena gente y ha sido algo shockeante que ya no estén más”, comentó la mujer.
La sorpresa por el cierre del local, también estuvo acompañada de algunas especulaciones. “Creemos que las hijas vendieron y se irán de viaje o se dedicarán a otra cosa”, indicó un vecino que todas las mañanas desayunaba con alguna delicia del lugar. Algunos comerciantes, en cambio, prefirieron no arriesgar supuestos.
“Se dice mucho pero en realidad no hay nada seguro ni confirmado”, dijo el empleado de un negocio cercano. Lo cierto es que en el frente del local aún se puede ver la puerta de vidrio habitual del antiguo negocio de los Alonso. En una hoja de papel se lee “triples Alonso” y sigue una dirección: “Vicente Gil y Olascoaga”.
La rotisería de calle Paso de Los Andes, también ha sido un negocio muy querido por las familias que viven desde hace años en las manzanas cercanas.
“Me sacaron la comida de los domingos, la verdad que me solucionaba mucho tener el local cerca. Además todo era muy rico”, dijo entre risas Andrea Pacini (39), mientras compraba en la pollería de enfrente de la ex rotisería.
Uno de los fuertes que la mujer destaca acerca de la calidad de los productos que allí se comercializaban es que “siempre las pizzas y empanadas tenían el mismo sabor”. Además, aclaró, cada compra que realizaba allí la hacía con tranquilidad por era todo fresco, recién hecho y sabroso. Mientras ordena en bolsas la mercadería, Carina (44), dueña de la pollería, asiente a Andrea y aclara que además los Rivamar son muy buenas personas. “Como vecinos también han sido de primera así que los vamos a extrañar después de tanto tiempo de tenerlos cerca”, expresó la mujer.
Círculo Médico y edificios
Hace un tiempo, se iniciaron las obras sobre los terrenos del Círculo Médico de Mendoza, para ejecutar un megaproyecto inmobiliario utilizando el vasto terreno de más de 7.000 m2 de la 5a Sección, entre las calles Olegario V. Andrade, Mariano Moreno y Paso de los Andes, donde funcionan su sede administrativa y otras dependencias de la entidad.
El proyecto cambiará la fisonomía de esa parte de la Ciudad, en el límite con Godoy Cruz, en cuyo margen ya se han construido grandes edificios.
Es un edificio escalonado con dos salidas: una hacia Andrade de 8 pisos, exclusivamente residencial, y otro bloque frente a Moreno, es decir al sur, de 14 pisos. Este último inmueble tendrá una planta baja que contendrá comercios y hasta un banco. En las restantes plantas se ubicarán un centro médico, la sede del Círculo Médico, y del piso 9 al 13, departamentos.