En Irán, los médicos luchan en dos frentes: el COVID-19 y la gente que enferma por tomar metanol bajo la falsa creencia de que protege contra el nuevo virus.
La prensa iraní reportó que, hasta ahora, casi 300 personas han muerto y más de 1.000 se han enfermado por ingerir metanol a lo largo de la República Islámica, en donde está prohibido tomar alcohol y en donde quienes lo hacen suelen depender de contrabandistas.
Es importante destacar que la cifra de muertes por consumo de metanol podría ser aún mayor. Según el doctor Hossein Hassanian, un médico iraní que asesora al Ministerio de Salud del país, las muertes ascenderían a 480 y 2.580 sería el número de enfermos.
Se multiplican las intoxicaciones cuando los remedios falsos se difunden en redes sociales en Irán, donde la gente es muy recelosa de un gobierno que menospreció la crisis durante días antes de que abrumara al país.
"Otros países tienen un problema, que es la nueva pandemia del coronavirus. Pero aquí luchamos en dos frentes'', dijo Hassanian. Y agregó: "Tenemos que curar a las personas envenenadas con el alcohol y también luchar contra el coronavirus''.
La pandemia ha devastado al mundo al saturar hospitales, dañar economías y obligar a gobiernos a restringir la movilidad de miles de millones de personas. Irán, con 80 millones de habitantes, se ha visto particularmente afectado.
Hasta el momento, no hay cura para el COVID-19, la enfermedad causada por el virus. Los científicos y médicos todavía estudian el virus y buscan una vacuna y medicamentos eficaces.
La República Islámica ha reportado más de 29.000 casos confirmados y más de 2.200 muertes por el virus, más que cualquier otro país en el Medio Oriente. Expertos internacionales también temen que Irán no esté reportando todos los casos, ya que durante días las autoridades menospreciaron al virus antes de la elección parlamentaria.