San Lorenzo, en racha positiva desde que tomó la conducción el DT Juan Antonio Pizzi, obtuvo esta noche una importante victoria sobre Independiente, por 2-1, en un clásico que involucra a dos equipos que están la zona baja de la tabla de promedios.
El equipo de Avellaneda, en descenso directo y con 105 puntos en la tabla general, sacó ventaja a los 8’ del primer período, con un tiro libre soberbiamente ejecutado por Osmar Ferreyra.
El ‘Ciclón’, que consiguió 13 de los últimos 15 puntos en disputa, reaccionó y estableció la igualdad a los 16’ de la etapa inaugural, a través de un cabezazo de Nicolás Bianchi Arce.
Pero el gol que le entregó tranquilidad y posibilitó el desahogo del público local llegó a los 2’ del complemento, con un zapatazo de zurda de Alan Ruiz, que batió la resistencia de Navarro.
El partido arrancó favorable al ‘Rojo’. Porque asumió la misma decisión ofensiva que mostró, por ejemplo, la semana pasada ante River (2-2) y amenazó con erigirse en dominador.
Así el tiro libre muy bien ejecutado por Ferreyra (la pelota entró abajo, junto al palo izquierdo de Migliore) ponía la distancia justa, hasta ese momento, por lo que habían exhibido uno y otro en la cancha. San Lorenzo, a esa altura, estaba desaparecido y dominado.
Pero bastó que el ‘Ciclón’ gozara de una pelota parada, para que estableciese el empate. A los 16m, hubo un córner desde la derecha, un cabezazo que pegó en el travesaño de Navarro, otro posterior frentazo de Stracqualursi que devolvió la pelota al medio del área y el tercer golpe de cabeza (reafirmando la sentencia) fue gol.
Apareció Bianchi Arce, solo frente al arco, para mandar la pelota al fondo del arco y decretar la igualdad que cambió radicalmente el desarrollo del juego. Porque, casi de inmediato, Independiente perdió el control de la pelota y San Lorenzo, con el tándem Kalinski-Mercier, empezó a manejar los hilos en la mitad de la cancha.
Al equipo de Pizzi le faltó concretar en esos 45m. iniciales esa ligera superioridad, pero la sensación óptica entregó una mejor película en favor del local.
Apenas comenzada la segunda mitad, San Lorenzo desequilibró con un remate desde fuera del área de Ruiz, que metió un zurdazo alto que no pudo atrapar Navarro y se le coló junto al poste derecho.
En desventaja, el ‘Rojo’ supo que tenía que mostrar algo más para equiparar el resultado. Entonces, el equipo se adelantó en el campo de juego (por momentos, Galeano llegó a jugar como volante) y duplicó el esfuerzo. Pero a Independiente le faltó lo que le viene faltando en los últimos seis partidos (en los que apenas consiguió dos puntos sobre 18 posibles): fútbol.
Más allá de los arrestos individuales de Fredes, Villafáñez o el pibe Benítez, a Independiente le costó mucho traducir en situaciones de gol esa disposición ofensiva del segundo tiempo.
Las chances de igualdad del ‘Rojo’ dependieron de algún centro al área, de alguna maniobra de pelota detenida. Pero los zagueros “azulgranas” y las manos de Migliore desbarataron los tibios y estériles embates de un Independiente, que se fue muy preocupado, con una soga al cuello cada vez más anudada.