La cantora ensaya percutir la caja con escobilla mientras suelta un lamento ancestral; la cantante de jazz, que la mira, agarra el cazú y sopla, zapando a ritmo una coplita. Si a alguien se le ocurre que, en plena era de fusiones, mixturas y riesgos musicales, también es posible arropar la raíz afroamericana con un manto de cultura andina, entonces está pensando en el Bagualablues. Un experimento musical que nació de la conexión de dos mujeres que unen música negra, mestizaje, folclore y rock: Cecilia Salinas y Cristina Pérez.
Salinas, formada en orquestas jazzeras y bandas de rock, ahora expande los aromas de Nueva Orleans metiendo coplas quebradas y soltando letra propia.
“Siempre me gustó la idea de combinar estilos y ritmos, casi como un juego. El blues, por otro lado, siempre ha estado en mi cabeza como un latido sonoro. Casi que no puedo escapar de eso, de hecho creo que todo lo que he hecho al menos ha tenido al blues como un símbolo. De trance, de escape, pero también de enraizamiento. Con Cristina nos dimos cuenta de que era posible hacer dialogar los ritmos que nos acompañaban”.
Hacía rato que Cecilia venía husmeando en el mundo de la copla: “un amigo me prestó una caja hace un par de años y ha ido entrando en mi vida como si hubiera estado buscándome ella a mí”. Pero cuando escuchó una grabación de Leda Valladares hubo otro despertar: “sentí que el mundo musical que yo traía encima (mucho de ello en inglés y por el lado de la música negra, pero también del dark) estaba allí también, en la profundidad del golpe milenario, capaz de ser escuchado desde muy lejos”.
Salinas venía de experimentar con la música negra en diálogo con el rock. “Tuve un paso por el colectivo de Solistas no tan Solas y empecé a pensar en hacer mis canciones. Pensé en el ensamble con este nuevo mundo y desde hace tiempo que queremos trabajar con Cristina, que ha sido mi hermana musical y espiritual y me ha llevado a intentar comprender la cosmovisión andina y su maravilloso efluvio sobre mi vida y sobre hacer música”.
¿De qué se trata el Baguala Blues? "Para mí es muchas cosas -reflexiona Cristina Pérez- es una baguala bluseada, es una canción con aires del Andes y una música negra sonando en el viento. Es también la afinidad de dos cantoras apasionadas por cantar su sentir desde las vísceras buscando la belleza en lo áspero y en lo amable. Es jugar y re inventarnos en las músicas que nos han atravesado desde siempre: huaynos, bagualas, vidalas, zambas, saya, landó, cumbia, blues, jazz, rock and roll, que nos emocionan y nos inspiran".
Cristina también sintió la afinidad inmediata al cruzarse con Cecilia en los shows de ‘Solistas no tan solas’: “Comenzamos a charlar sobre nuestros intereses y fuentes inspiradoras e inmediatamente surgió el concepto Baguala y Blues, así nace el proyecto. Hacemos nuestras canciones jugando con esas dos referencias fuertes pero además incorporamos al repertorio unos pequeños homenajes con versiones de viejos bluses y bagualas populares.
Al principio teníamos la idea de ser las dos solas pero luego se fueron sumando amigos al proyecto, Erica Golvas, Agustín Soler y Diego Monton Linardelli que con su magia le han aportado un maravilloso condimento a la propuesta"
Cristina, por su parte, viene desde hace tiempo en busca de canciones "que hablen de esta relación profunda con el entorno desde un lugar espiritual y artístico".
En sus cuadros -también es artista plástica- busca una imagen que reflexione sobre lo femenino(junto a lo diverso) y su integración en el mundo. “Hablo de la pintura porque ha sido fundamental para mi canto. En lo musical estoy transitando un sonido que parte de lo andino pero se nutre de otras músicas, de la negritud de América Latina, su mixtura y la historia de mestizajes en ella. Me inspira mucho el canto despojado de la baguala, de la vidala, el joy joy, los cantos ancestrales nacidos en la montaña, los cantos antiguos y de medicina que se escuchan en los lugares remotos de nuestra América india”.
Todo esto se conjuga naturalmente en ambas voces, una sonoridad que se enlaza como un puente desde el norte al sur. “Hasta hoy nos damos el permiso de hacerla, de crearla, de tejerla, de cantarla, saborearla y versionarla cada vez y apostar a una estética con ella”, consiente Pérez.
- ¿Qué expansión o experimentación ha significado esto para sus carreras musicales?
CP: - Creo que el proyecto tiene la medida de nuestros sueños e imaginación y eso vuela lejos! Al menos ya representa para los que estamos haciendo Baguala Blues una gran felicidad, la de hacer música.
CS:- Los músicos son arriesgados, vienen de diferentes palos y no dejan de sorprendernos, por los colores que van teniendo las canciones, nuestras canciones: vidalas, bagualas, folk, blues..., pero al ensayar todos juntos parece que fueran mucho más, que pudieran ser baladas campiranas, candombes y coplas, rock potente o intimista.
- Hablemos de las canciones...
CS: - Hay canciones que hemos tocado varias veces pero que ahora tienen unos tintes insospechados: una canción que aportó Cristina al repertorio, “Semilla de coca”, es uno de esos casos en que se cristalizó lo que imaginamos alguna vez en el comedor de mi casa, que las canciones de lamento de un lado y otro del globo, se tocan. Es un blusazo sin dejar de ser una baguala. "Quise" es una canción mía que es más bien folk, pero con el sonido del charango adquiere unos colores que hacen que incluso la melodía de la voz juegue con otra sonoridad.
Baguala Blues
Cecilia Salinas y Cristina Perez
Músicos invitados: Erica Golvas, Diego Monton Linardelli y Agustín Soler
Producción general: Warm& Chakana (Marcela Naciff, Mariana Baizán)
Hoy, a las 22.30. Bar Los dos amigos (Santa Fe e Ituzaingó, Ciudad).
18 de julio, a las 22.30. Peña de la Esquina (Pedro Molina 302, Guaymallén)
24 de julio, a las 22.30. Auditorio de la Biblioteca + Mediateca Manuel Belgrano (Antonio Tomba 54, Godoy Cruz)
25 de julio, a las 22.30. La Vereda Alta (25 de mayo 71, Las Heras).
