Los investigadores penales del presunto negociado con la empresa Ciccone tienen en su poder otro vínculo entre el vicepresidente Amado Boudou y el abogado Alejandro Vandenbroele, según dijeron ayer fuentes judiciales.
Se trata de una factura de una compañía de teléfonos celulares dirigida a la empresa que presidía Vandenbroele, The Old Fund, y a la dirección del departamento del Vice en Puerto Madero. Incluso figura el nombre del abogado.
Se trata de la propiedad ubicada en Juana Manso 740, la misma que fuera allanada hace más de un año y que motivara la reacción pública de Boudou en plena Semana Santa. Tras ello renunció el procurador general de la Nación, Esteban Righi, y fueron apartados luego el juez que investigaba el caso, Daniel Rafecas, y posteriormente el fiscal que había pedido el allanamiento, Carlos Rívolo.
Boudou negó públicamente conocer a Vandenbroele, a quien su ex esposa acusó el año pasado de mantener "negocios" con el vicepresidente, lo que motivó la apertura de la causa penal que lo tiene como imputado e investigado por presunto tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito.
Hasta ahora se conocían otras dos pruebas que relacionan a Boudou con Vandenbroele. Una era la factura del servicio de internet y otra del servicio de televisión por cable. Ahora se suma esta de telefonía móvil, supuestamente para una "flota" interconectada, según la difundió Infobae. La importancia de esta nueva prueba es que la factura se corresponde con el período exacto en el que Ciccone pasaba a manos de The Old Fund.
Boudou insiste con su inocencia y esta semana logró que un fiscal dictaminara a favor suyo en un pedido de sobreseimiento por "falta de acción", lo que ahora será analizado por la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal. El planteo ya había sido rechazado en dos ocasiones (ver aparte).
El vicepresidente todavía no fue convocado a prestar declaración indagatoria. En Tribunales todavía esperan diversos informes de distintas dependencias públicas y privadas. En las últimas semanas, por ejemplo, llegaron diversos expedientes en los que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) asegura haber actuado del mismo modo con otras firmas.
La AFIP había pedido y logrado la declaración de quiebra de Ciccone a mediados de 2010 por una millonaria deuda de la firma con el Fisco. Sin embargo, poco tiempo después se avino a otorgarle un generoso plan de pagos, para lo cual el organismo conducido por Ricardo Echegaray le pidió opinión al entonces ministro Boudou, quien dio su conformidad.
La firma que rescataba de la quiebra a Ciccone era justamente The Old Fund, que pasó así a ser la dueña de la empresa, a la que rebautizó como Compañía de Valores Sudamericana (CVS). Ante el escándalo, el Gobierno la expropió pero ahora un juez comercial la volvió a declarar en quiebra.