La provincia patagónica presentó el proyecto final en Francia para postularse a la obtención de un nuevo sello internacional de Reserva de Biosfera de la Unesco.
Pretende que se reconozca un área muy extensa en torno a Punta Tombo, que va desde la Ruta 3 hasta las 24 millas náuticas, como Reserva de Biosfera Azul, abarcando más de 3 millones de hectáreas entre costa y mar.
La intención es la conservación de los ecosistemas –que cuentan con 53 especies de mamíferos terrestres, 190 especies de algas y 84 de aves- pero además la categorización tiene en cuenta y regula las actividades del hombre y el desarrollo turístico así como las economías regionales.
De esta manera Chubut quiere lograr que un 10% de su territorio esté protegido con una mirada particular del turismo de la mano del desarrollo sustentable.
Si viene en un comienzo se pretendía proteger especialmente el área Punta Tombo, la reserva más grande del mundo de pingüinos de Magallanes, advirtieron que la zona acuática no cuenta con ningún tipo de protección.
Por ello se incorporaron al proyecto, además del área marina mencionada, un área intermedia desde Cabo Raso hasta la Bahía de Camarones, y el Parque Interjurisdiccional Marino Costero, sumando así 3,1 millones de hectáreas que se constituirían como la reserva más grande del país.
Como se señalaba anteriormente la figura de Biosfera, además de proteger ambientes, implica conservación de recursos y desarrollo de las poblaciones que viven en las regiones.
En este caso, Camarones es el único asentamiento humano dentro de la Reserva de Biosfera. Es una población pequeña que se va a ver beneficiada ya que sus actividades -como la producción de lana- podrán tener el sello también.
Cabe mencionar que el proyecto se presentó gracias a un convenio rubricado entre la Secretaría de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut y el Centro Nacional Patagónico (CENPAT) con la coordinación del investigador del CENPAT Pablo García Borboroglu.
