Christian Tarnowski: “Actualmente sólo se plantan dos o tres clones de álamo en la región”

Científicos del INTA además están experimentando con dos especies de algarrobos, para revalorizar a este árbol nativo.

Christian Tarnowski: “Actualmente sólo se plantan dos o tres clones de álamo en la región”
Christian Tarnowski: “Actualmente sólo se plantan dos o tres clones de álamo en la región”

En el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) del Valle de Uco se está trabajando en tres tipos de forestales para mejorar las variedades ya existentes, implantar nuevas especies o bien revalorizar aquellas que son propias de la zona pero que, por diferentes motivos, entre ellos la extensión de viñas, cayeron en desuso.

Se hace referencia a aquellos que son especies exóticas, como los álamos (a pesar de su tradición en la región); especies nativas como los algarrobos y la variedad de árboles conocido como Kiri, que tiene gran impacto en aquellos que apuntan a mejorar aspectos paisajísticos de sus propiedades.

Para dar más detalles e información respecto de estos temas, Los Andes consultó al licenciado en genética Christian Tarnowski, que es especialista en forestación en esta entidad de investigación gubernamental. 

-Se está trabajando con un banco clonal de árboles. ¿Cuál es la importancia de esto?

-Desde el año pasado se está implementando un estaquero de clones de álamo. A partir de esto se han seleccionado 23 tipos en base a criterios específicos. Algunos de ellos a través de ensayos probados en la Universidad Nacional de Cuyo, en la cátedra de silvicultura de la facultad de Ciencias Agrarias; en el Valle de Uco en base a su adaptación al suelo y clima de la región; y la resistencia a la enfermedad conocida como cancrosis - provocada por el hongo Septoria Musiva- que afecta el desarrollo de estas plantas.

Hay otros materiales vegetales que son nuevos para la zona del INTA Delta, para el mejoramiento de salicáceas, que podrían tener buen rendimiento pero que aún no se conocen.

La importancia de contar con una base clonal es además, porque en la zona del Valle de Uco no existe un abordaje hacia la temática forestal y en toda la región de Cuyo. Ahora tenemos apoyo de la institución para que esto se lleve adelante. La importancia que le damos es para diversificar los materiales que están actualmente ya que sólo se plantan dos o tres clones en la región pero hay muchísimos clones disponibles en la facultad y el potencial genético de los materiales es amplísimo".

-¿Qué observan entonces?

-La idea es probar cómo responden a criterios de crecimiento, adaptación al lugar y, sobre todo, a la cancrosis. Un banco clonal de álamos sirve para tener una disponibilidad más amplia de materiales iguales o mejores de los actuales cultivos.

En este sentido, uno de los objetivos planteados por el grupo de investigación es, más allá de las características que pueda tener el clon, observar la capacidad de enraizamiento de las plantas para después llevarlas a una escala masiva para la propagación clonal.

Estamos viendo qué material dentro de la planta es el ideal para producir estacas para propagarlo y vemos cuánta cantidad de material se puede obtener en un año. Lo mismo con las enfermedades. Es una forma de ir seleccionando rigurosamente y descartar materiales.

-¿Cómo es la experiencia con los algarrobos?

-Estamos experimentando con dos especies de algarrobos. Aquellos de la variedad prosopis flexuosa o algarrobo dulce; y la prosopis chilensis o algarrobo blanco. Esto es para contribuir, como en el caso de los clones de álamos, al uso y revalorización de cortinas forestales en la región del Valle de Uco.

Con estas dos especies estamos trabajando con el Conicet de Mendoza, ya que ellos tienen una gran experiencia aunque trabajan en el secano en el Este de Mendoza o en el Sur de San Juan pero que aquí en el Este no han sido probadas. Nosotros estamos tratando de revalorizarlos como especie multipropósito.

¿Qué quiere decir esto?

-Esto quiere decir que más allá de su calidad maderal los científicos observan que los algarrobos tienen potencial como forrajeros, para alimento de ganado y están trabajando con árboles destinados a hacer harina de algarroba, o sea, como alimento para consumo humano. 
Paralelamente, están trabajando en la zona para hacer conocida esta especie. Trabajamos con escuelas y municipios para que conozcan los aspectos de viverización: desde la extracción de la semilla hasta la plantación en el campo. Intentamos que los chicos vean los beneficios de esta especie en particular.

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