Estados Unidos anunció ayer que ya se aplican aranceles por decenas de miles de millones de dólares a numerosos productos chinos, y provocó una inmediata réplica de Pekín, que denunció que se trata de la mayor guerra comercial de la historia económica.
A la 0 hora de Washington (1 en Argentina) de ayer viernes entraron en vigor los derechos aduaneros punitivos decididos por el presidente estadounidense Donald Trump, sobre un total de 34.000 millones de dólares de importaciones chinas, que incluyen automóviles, discos duros de computadores y componentes de aviones.
China reaccionó de inmediato y señaló que estaba "obligada a tomar las contramedidas necesarias para defender los intereses fundamentales del país y de su población", según señaló el ministerio chino de Comercio.
Pekín no ofreció detalles de inmediato sobre el importe y la naturaleza de sus medidas, aunque la agencia oficial Xinhua precisó que se habían impuesto "derechos aduaneros complementarios" a productos estadounidenses.
China acusó a Washington de lanzar "la mayor guerra comercial de la historia económica" con la imposición de estos nuevos aranceles y denunció que "Estados Unidos ha violado las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)".
El primer ministro chino, Li Keqiang, advirtió ayer a EEUU que una guerra comercial "no beneficia a nadie". "Si un país quiere aumentar los aranceles, China responderá para defenderse. Una guerra comercial no beneficia a nadie porque perjudica al comercio libre y al proceso multilateral", declaró Li en Sofía, Bulgaria, donde asiste a una cumbre con 16 países de la UE y de los Balcanes.
Peligro de escalada
El gobierno de Trump impuso aranceles de 25% a unos 1.300 productos chinos. Un segundo lote de aranceles, por un valor de 16.000 millones y objeto de examen por el representante del Comercio (USTR) Robert Lighthizer, entrará en vigor próximamente, indicó Trump, que habló de un plazo de "dos semanas".
En total, serán 50.000 millones de dólares de importaciones chinas anuales que se verán afectadas por esas medidas, destinadas a compensar lo que Trump considera es el "robo" de propiedad intelectual y de tecnologías por parte de China.
Pero Washington podría ir más lejos. Donald Trump ha pedido a Robert Lighthizer que "identifique 200.000 millones de dólares de bienes chinos con vistas a aranceles suplementarios del 10%".
Estas medidas podrían así elevar a 450.000 millones de dólares el valor de los productos chinos gravados, es decir la gran mayoría de las importaciones que llegan a EEUU desde el gigante asiático (505.600 millones de dólares en 2017).
La entrada en vigor de estos aranceles marca el fracaso de meses de negociaciones entre las dos mayores economías del mundo, y ocurre en momentos en que importantes voces de la industria alertan sobre las consecuencias internas en EEUU.
Washington acusa a China de haberse apropiado de patentes de tecnología de punta ya sea a través de las obligaciones a las empresas estadounidenses para operar en el mercado chino o simplemente mediante el robo.
El año pasado, el déficit comercial de EEUU con China alcanzó nada menos que a U$S 372.200 millones, una cifra que desata la ira de Trump.
Cuando la entrada en vigor de estos nuevos aranceles estadounidenses ya se encontraba en el conteo regresivo, el jueves la Reserva Federal (el banco central estadounidense) alertó que una inminente guerra comercial es una "nube negra en un cielo azul" para la economía local.
En la visión de la FED, las incertidumbres generadas por los aranceles y políticas comerciales restrictivas pueden socavar las inversiones y la confianza de las empresas.
En este sentido, un sondeo con firmas industriales confirmó el jueves que las empresas ya no esconden su preocupación ante la guerra comercial del presidente.
La influyente Cámara Estadounidense de Comercio, el mayor órgano de lobby corporativo, admitió esta semana que represalias de China, Canadá, México y la Unión Europea, entre otros, ya afectan a U$S 75.000 millones de exportación estadounidense.
Productos estadounidenses gravados
Según una lista publicada por el ministerio chino de Comercio, varios productos estadounidenses se ven afectados, como la soja, los automóviles o el sorgo. A ellos se añaden otros bienes, que difícilmente pueden renunciar al mercado chino y sus 1.400 millones de consumidores.
El éxito del cerdo
Los despojos de cerdo, que no son apreciados por la mayoría de estadounidenses, se venden muy bien en China: el año pasado generaron 251 millones de dólares. “La calidad de las patas de cerdo es correcta. Pero sobre todo su precio es competitivo”, explica un importador llamado Zhu, que trabaja para la empresa Dongguan Qianteng.
Pistachos
El pistacho, producto estrella de California, está presente en la lista china junto a otra nueces y frutas “made in USA”. China consume casi la mitad de los pistachos exportados por EEUU. Con ello se verían afectados en total U$S 175 millones de pistachos y otras nueces estadounidenses.
Patitas de pollo
Gelatinosas, con numerosos huesitos y con escasa carne, las patitas de pollo no generan mucho entusiasmo en EEUU. Pero en lugar de tirarlas a la basura, los productores estadounidenses las exportan a China, donde son cocinadas, sazonadas y degustadas como un plato exquisito. Los nuevos aranceles chinos van a generar pérdidas para los agricultores estadounidenses, aseguran analistas de EEUU.
Salmón
Las exportaciones de salmón estadounidense a China están en auge. Una de las especies más populares, el salmón rosado, tuvo exportaciones en alza de 176% el año pasado, generando U$S 171 millones.
Whisky
Cada mes, en promedio, cinco contenedores cargados con 120 toneladas de whisky Jack Daniel’s dejan Estados Unidos rumbo a China. En Pekín y Shanghái, los clientes de bares consumen esta bebida alcohólica sola, pero algunos lo mezclan con té o con bebidas. Fuente: AFP
Los frentes abiertos
¿Cuáles son los frentes abiertos por el presidente Donald Trump para cumplir su promesa de reducir el déficit comercial y proteger las inversiones y el empleo en Estados Unidos?
China
Anunciados hace dos semanas, los derechos aduaneros de 25% impuestos por Trump entraron en vigor ayer.
Unión Europea
El bourbon, los vaqueros, Harvey Davidson: la Unión Europea adoptó por "unanimidad" el 21 de junio medidas de represalia contra decenas de productos estadounidenses para responder a los aranceles impuestos por Washington sobre el acero y el aluminio.
Las contramedidas buscan compensar en unos 2.800 millones de euros los perjuicios que causarán los impuestos estadounidenses.
Rusia
También afectado por los aranceles al acero, Rusia informó a la OMC que considera tomar medidas en represalia. Moscú dice que esas tasas estadounidenses le cuestan unos 538 millones de dólares.
Irán
EEUU anunció a principios de mayo su retirada del acuerdo sobre el programa nuclear iraní firmado en el gobierno de Barack Obama, y decidió restablecer sus sanciones a Teherán y a todas las empresas con vínculos con la república islámica. Los estadounidenses dieron a esas compañías un plazo de 90 a 180 días para retirarse de Irán. Estados Unidos planea también reducir a "cero" las exportaciones petroleras iraníes.
Japón
Afectado desde marzo por los aranceles al acero, Japón informó a la OMC de su voluntad de aplicar en represalia aranceles sobre las mercaderías estadounidenses de 50.000 millones de yenes (U$S 450 millones).